HAFTARÁ NASÓ – SHOFTIM (JUECES) 13:2-25

HAFTARÁ HAFTARÁ NASÓ – SHOFTIM (JUECES) 13:2-25 HOME / HAFTARÁ / HAFTARÁ NASÓ – SHOFTIM JUECES 13:La Haftará nos relata la profecía del nacimiento de Shimshon del vientre de la estéril mujer de Manoah, de la tribu de Dan. Eran tiempos difíciles, ya asentados en Israel pero sin rey, era la época de los Jueces, y el pueblo enfrentaba guerras permanentes con los filisteos y las influencias paganas en derredor. Eran tiempos de preguntas y de búsqueda.El paralelismo con la Parashah de la semana es claro, en ésta se describe la condición de Nazir y Shimshom era Nazir desde el vientre de su madre, hasta entonces estéril.Muchos de ustedes conocen la historia de Shimshom y hemos analizado su vida y desenlace en comentarios anteriores. Hoy quiero hacer hincapié en la búsqueda, en las preguntas. Cuando la mujer de Manoah, nunca se menciona su nombre, recibe la noticia que va a quedar encinta, pregunta: ¿Qué debo hacer con el niño cuando haya nacido?¿No es la pregunta que nos hemos hecho todos? El Emisario de D’s contesta: “Nada de lo que salga de la viña habrá de comer, ni vino ni licor habrá de ingerir y ninguna impureza habrá de comer; todo lo que le he prescripto, ella deberá cuidar”.Pero qué nos proponemos cuando concebimos una nueva vida? ¿Qué debemos enseñarles y cuánto deben aprender por su cuenta? Llenar el mundo de amor y continuar la tarea creativa, mantener nuestro legado, transmitir los valores que nos fueran dados podrían ser algunas de las respuestas, pero la búsqueda es particular, a lo sumo familiar.¿Tenemos hijos por razones altruistas o por la necesidad de perpetuarnos, o por sentirnos completos o simplemente seguimos un mandato genético, un instinto? No tenemos la posibilidad de preguntarle al Emisario de D’s pero podemos hacer la introspección que guíe nuestros pasos y proponernos consolidar los valores y las virtudes que nos han posibilitado llegar a estos días, en procura de paz y crecimiento de nuestro pueblo.La Haftarah termina diciendo “Y empezó el Espíritu de Adonai a encaminarlo en el campamento de Dan”.Que así sea para todos nuestros hijos, Amén.Gabriel Rosenzvit

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