«Nadie está más perdidamente esclavizado que aquellos que falsamente creen ser libres» – Johann Wolfgang Von Goethe.
Romper paradigmas y creencias es indispensable para poder innovar. Después del inicio de la pandemia, vivimos con la necesidad crear y adaptarnos a las nuevas condiciones existentes, y el mundo financiero no se escapa de esta renovación.
El sistema no está operando eficientemente porque aún no existe equidad ni bienestar colectivo, lo cual nos lleva cada día a examinar los sistemas políticos y cómo llegamos hasta aquí.
Uno de esos paradigmas que te invito a examinar es nuestra creencia sobre el valor del dinero (billetes, monedas) que se usan como medio legal de pago, el cual comenzó a cambiar cuando dejamos de estar de acuerdo en su valía real con la aparición de los mercados paralelos.
Venimos del trueque y luego de utilizar metales preciosos (oro, plata y cobre) para la compra y aparece la moneda, tal cual una necesidad ya que era difícil determinar en los pagos con metales su pureza y peso real. Las primeras acuñaciones de dinero se produjeron alrededor del año 600 A. C. en tres lugares del planeta de manera independiente, en Lidia (Asia menor), en China y en India.
El metal se trocea en pequeñas porciones y se marca con una señal identificativa, se crea la pieza que tiene como función específica servir modo efectivo. El convenio con el emisor de la divisa es que pueda dar al poseedor de sus billetes la cuantía de oro consignada en ellos y justamente esa es la regla que se rompe, ya que no tenemos garantías de que el billete o la pecunia que poseemos represente la porción de riqueza que indica su denominación.
El patrón bimetálico, en el que la moneda está respaldada por metales preciosos (Oro y plata), históricamente, se inicia durante el siglo XIX, la base del sistema financiero internacional.
En pocas palabras el sistema perfecto para medir el valor de los intercambios de bienes y servicios tiene que cambiar, porque ya no estamos de acuerdo en su estimación referencial, te expongo algunas notas interesantes al respecto:
1-. El sistema financiero comienza a dejar de ser efectivo cuando las reservas de los diferentes países comienzan a no estar muy claras, todas manejadas por los políticos del momento, en otras palabras la fortaleza de la moneda está relacionada directamente el manejo del plan de ahorro y de inversiones de cada país.
2-. Con la aparición de los distintos mercados paralelos, donde una misma moneda, en el mismo país, tiene diferentes cotizaciones.
3-. El billete, moneda tiene una capacidad de mercar según el lugar donde estés, es decir, podrás tener mayor competencia de adquisición dependiendo de la estabilidad económica del país, no se compra con $100 lo mismo en Uruguay, Venezuela o EEUU.
Según lo expuesto, podemos concluir:
– La gran necesidad de ver con ojo crítico como podemos administrar nuestros ingresos y egresos. Establecer el parámetro personal de cuanto debemos ganar para obtener la calidad de vida que queremos.
– Ahora nosotros le ponemos el valor a nuestro trabajo, bien o actividad económica y aunque esto es algo muy personal y abstracto dentro de nuestra mente, ya que expone mi riqueza interior y capacidad, si no estás conectada en cómo funciona el sistema, corres el riesgo de estar desfasada, muy alto o bajo con respecto al libre mercado. Poder estimar la valía del bien o servicio es un factor de éxito y asertividad.
Tome en cuenta su preparación, experiencia, éxitos logrados y sobre todo su seguridad en el terreno que se maneja. La diferencia entre lo que ofreces y lo que ofrece el resto del mundo no es precio, es su toque particular.
– Paga lo justo por los bienes que adquieres, si estas capacitado para saber cuánto vale lo haces, también estas capacitado para saber cuándo vale lo que compras, toma en cuenta la calidad, el transporte, fecha de caducidad y su disponibilidad en el mercando.
– Para ahorrar hoy debo invertir en bienes inmuebles y metales preciosos.
– Por ultimo le invito a revisar en su mente las siguientes frases y definidamente sacarlas de su biblioteca mental como creencias obsoletas:
1-. El dinero es malo.
2-. El dinero corrompe al hombre.
3-. El dinero separa las familias.
El dinero es un fin, el hombre se corrompe por su deseo desmedido de poder y las familias se separan por sus egoísmos personales.
El dinero se disfruta solo en dos momentos, al ganarlo y gastarlo, pero, tiene su momento de placer supremo cuando es utilizado para satisfacer las necesidad del prójimo, este éxtasis no todos lo pueden experimentar, se requiere amor.
Recuerda tus clientes son tus aliados inmediatos, trátalos con amor. Un emprendedor dirige sus finanzas con sentido común.
“Hay dos formas de conquistar y esclavizar a una nación, una es con la espada, la otra es con la deuda”. John Adams, Presidente de Estados Unidos (1796 – 1800)
Yelitza Salas/Israel Internacional.-