Rab Samuel Levin y Roberto Goldfarb
Acusaciones cruzadas y fuerte polémica en el mercado de la carne kosher de Argentina
El empresario argentino Roberto Goldfarb, dueño de la cadena de supermercados mayoristas Diarco, sumó una nueva denuncia contra “los tratos mafiosos del gremio de la carne kosher” y afirmó que el frigorífico que debía entregarle hoy, miércoles, 30 mil kilos de carne para empezar a abastecer sus negocios después de la festividad judía de Sucot “no va a entregar ni un solo kilo”.
“Me viene dando mucha pena que muchísima gente religiosa, gente que vive con cuatro o cinco chicos adentro de un departamento, pase meses sin poder comprar un kilo de carne. No voy a aceptar los tratos mafiosos del gremio de la carne kosher. Cuando me largue a la calle a vender carne kosher voy a venderla como se debe, quizás un 20 por ciento más caro que la carne común, pero no un 100 por ciento más caro y robándole a la gente con el peso, con la grasa y con los huesos que hay que tirar”, había manifestado el empresario.
Sin embargo, en diálogo con ItonGadol, Goldfarb contó que hoy le informaron que “a partir del lunes que viene van a hacer la entrega de la carne, pero corresponde a un tercio de lo que se había programado”.
“Inmediatamente después llamé a otro frigorífico, que tiene la supervisión de otro rabino, que nos había ofrecido entregarnos carne hace 15 días. Pero el rabino dijo que debido a la controversia que se había dado sobre el tema, no estaba en condiciones de permitirme salir a vender con su supervisión”, agregó Goldfarb.
Ofendido por los comentarios del empresario, el rabino Samuel Levin el rabino director de la Ieshiva Jafetz Jaim de Buenos Aires y supervisor de la carne kosher del frigorífico Gorina, desestimo las acusaciones y justificó el elevado precio de la carne al sostener que incluye supervisiones especiales, entre otros recaudos que se deben tomar y que repercuten en el precio final. “Se tienen unos cuidados que hacen que el proceso sea más lento. Yo trabajo con 30 personas, 10 ‘shojatim’ (quienes faenan la carne kosher) y 20 supervisores, que son especialistas. Por eso se paga”, explicó en diálogo con ItonGadol.
Finalmente, Goldfarb aseguró que es una cuestión de tiempo, pero que la carne tarde o temprano va a llegar a sus góndolas, al precio razonable prometido para que todos puedan acceder a ella.
Por otro lado, esta semana se supo que las cancillerías de Argentina e Israel trabajan contrarreloj junto a empresarios de los principales frigoríficos de carne kosher para lograr la autorización de entrada a este país de un nuevo grupo de entre 120 y 140 rabinos y matarifes israelíes que se abocarán a la faena de este producto.