La pérdida de peso no es simplemente una cuestión de fuerza de voluntad.




Investigadores de Israel descubren una subred neuronal vinculada a la pérdida de peso.

Todo el mundo está buscando esa dieta de pérdida de peso que elimine los kilos no deseados. Muchos prueban varias antes de encontrar una que funcione, y algunos nunca lo consiguen.

Qué pasaría si pudiera hacer una resonancia magnética funcional que dijera si es probable que un programa de pérdida de peso sea efectivo?

Investigadores de Israel han descubierto por primera vez una subred neuronal que corresponde a la frecuencia eléctrica basal gástrica y cuyos patrones de conectividad predicen la pérdida de peso futura.

Estos hallazgos se acaban de publicar en la revista NeuroImage.

Un equipo multidisciplinario de científicos abordó el problema desde ambos extremos: el cerebro y el cuerpo.

Los hallazgos del equipo respaldan una teoría neuronal prevalente de la regulación del peso alterada. Esto es la hipersensibilidad a las señales de comida apetecibles.

Según la teoría, las personas con una respuesta neuronal aumentada al ver y oler la comida comen en exceso de forma regular. Por lo tanto aumentan de peso.

El equipo evaluó a 92 personas durante intentos de pérdida de peso de 18 meses.

La profesora Iris Shai, dirigió la investigación titulada DIRECT-PLUS. Shai es conocida por sus estudios de investigación dietética a largo plazo.

Los participantes fueron elegidos por su “gran circunferencia de cintura”, un nivel anormal de lípidos en sangre y la edad. Antes de la intervención, los participantes se sometieron a una batería de imágenes cerebrales y pruebas de función ejecutiva del comportamiento.

La pérdida de peso de los participantes se midió después de seis meses en los que, según Shai, generalmente se alcanza la máxima pérdida de peso.

El equipo descubrió que la subred de las regiones cerebrales se correspondía más estrechamente con las regiones motoras y sensoriales básicas que con las regiones multimodales superiores.

No es solo una cuestión de fuerza de voluntad.

“Para nuestra sorpresa, descubrimos que si bien las funciones ejecutivas superiores, medidas conductualmente, eran factores dominantes en la pérdida de peso. Esto no se reflejaba en los patrones de conectividad cerebral.

En otras palabras, la pérdida de peso no es simplemente una cuestión de fuerza de voluntad, sino que está relacionada con señales visuales y olfativas mucho más básicas.

En cambio, los investigadores encontraron una conexión entre el ritmo eléctrico basal del estómago dentro de la subred y la pérdida de peso.

Ese ritmo gobierna las ondas gástricas que están asociadas con el hambre y la saciedad.

También encontraron que el surco pericalcarino, la ubicación anatómica de la corteza visual primaria, era el nodo más activo en esta subred.

“Parece que la información visual puede ser un factor importante que desencadena la alimentación.

Esto es razonable, dado que la visión es el sentido principal en los seres humanos”, dice la investigadora principal, Prof. Galia Avidan.

latamisrael

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