Mohsen Fakhrizadeh conducía por una autopista en las afueras de la capital iraní, Teherán, con un destacamento de seguridad de 11 Guardias el 27 de noviembre, cuando la ametralladora “le hizo un acercamiento” en la cara y disparó 13 rondas,  dijo el contralmirante Ali Fadavi.

La ametralladora estaba montada en una camioneta Nissan y “se centró únicamente en el rostro del mártir Fakhrizadeh de manera que su esposa, a pesar de estar a sólo 25 centímetros (10 pulgadas) de distancia, no fue disparada”, citó la agencia de noticias Mehr.

Fadavi dijo que el jefe de seguridad de Fakhrizadeh recibió cuatro balas “mientras se lanzaba” sobre el científico y que “no había terroristas en la escena”.

Desde el atentado han aparecido varios testimonios sobre la muerte del científico: en un principio, el Ministerio de Defensa dijo que se vio envuelto en un tiroteo con sus guardaespaldas, mientras que la agencia de noticias Fars afirmaba que “una ametralladora automática a control remoto” lo había matado, sin citar ninguna fuente.

También se sabe que las armas controladas a distancia -desde los rifles de asalto hasta las ametralladoras ligeras- han proliferado en todo el Oriente Medio en los últimos años.

Según el Ministro de Defensa del Irán, Amir Hatami, Fakhrizadeh era uno de sus adjuntos y dirigía la Organización de Defensa e Investigación e Innovación del Ministerio, centrada en el ámbito de la “defensa nuclear”.

Irán culpa a Israel y promete venganza

Las autoridades iraníes han culpado a quien declaran su archienemigo, Israel y al grupo de oposición exiliado, los Mujahedeen del Pueblo de Irán (MEK), por el asesinato.

La televisión estatal Press TV había dicho previamente que se habían encontrado armas “hechas en Israel” en la escena.

Aunque Israel no ha comentado el asesinato de Fakhrizadeh, un alto funcionario de la administración Trump dijo a los medios de comunicación estadounidenses que el Mossad, la agencia de inteligencia externa de Israel, estaba detrás de la operación.

El ayatolá Ali Jamenei, el líder supremo de Irán, ha prometido tomar represalias. Mientras tanto, el ex comandante de la fuerza aérea del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC), Hossein Dehghan, dijo después de la matanza que “golpearemos como un trueno a los asesinos de este mártir oprimido y haremos que se arrepientan de su acción”.