Mis bisabuelos y mis abuelos fueron traídos por el Baron Hirsh en 1906, a la colonia Monigotes, donde los colonizaron en La Línea, conjuntamente con otras familias provenientes de Kherson, Ukrania, integrantes de uno de los pocos grupos que tenían conocimiento de tareas agrícolas y elaboración de cereales. Trabajaron muy duro, como todos los “colonistn” (colonos). No narraré los detalles y problemas que tuvieron, porque son conocidos por todos los que les interesa el tema, solamente voy a contar una anécdota.
La “babe broje”, así llamaban a mi bisabuela, era comadrona, se dedicaba a ayudar a las parturientas, sabía “opshprejen”, (sacar mal de ojo, o sustos de los niños). Con cera derretida en agua caliente , que revolvía en una fuente colocada sobre la cabeza y cuándo la misma se enfriaba, siempre adquiría la forma de un animal, u objeto que asustó al chico, y como creían, se curaban. Como mi madre y otras nietas no confiaban, no las quería tratar. Resumiendo una mujer que sanaba con algo que aplicaba directamente sobre cada dolor.
Cuando muy viejita, casi centenaria se enfermó, mis abuelos y sus hermanos resolvieron llamar al médico. Ella se negó terminantemente, pero después de varias discusiones aceptó, dado que padecía de muy fuertes dolores de cabeza.
El doctor Winderman le aplicó una inyección, probablemente un sedante. Cuando el facultativo se retiró, muy enojada reprendiendo a sus hijos y les expresó: “AZ ES TIT MIR VEI IN COP, SHTELT ER MIR A NUDL IN TUJES ???, ES VET HELFN VI A TOITN BAINKES” ( si me duele en la cabeza, él me pone una inyección en el tujes ???, ayudará como si a un muerto le pusieran ventosas).
Eso no me va a curar, y siguió poniéndose paños fríos en la frente hasta que los dolores desaparecieron…