La reciente intervención de la actriz de Hollywood Scarlett Johansson en favor de los derechos civiles en Egipto está provocando una respuesta mixta en ese país, que va desde la gratitud hasta el antisemitismo.
Scarlett Johansson, que es judía, fue una de las varias celebridades que intervinieron a principios de este mes en el arresto de cuatro empleados de la Iniciativa Egipcia para los Derechos Personales, una organización de derechos humanos de El Cairo. Fueron arrastrados en medio de una ola de arrestos de críticos del Presidente Abdel-Fattah el-Sissi.
“Todos ellos se enfrentan a cargos falsos que podrían llevar a muchos más años de prisión. De hecho, su único crimen ha sido defender la dignidad de los egipcios”, dijo Scarlett Johansson en el video publicado en el canal de YouTube del grupo el 1 de diciembre. Amnistía Internacional lanzó una campaña separada para su liberación.
Tres de los cuatro trabajadores han sido liberados desde entonces. Mientras que algunos egipcios han agradecido a Johansson por involucrarse, otros han sugerido que ella criticó el liderazgo de Egipto porque es judía.
Nashat al-Dihi, presentadora y comentarista de TeN TV, dijo que “apoya los productos sionistas y es bien sabido que es judía y que está del lado de los israelíes”, informó Mako News. Johansson fue criticada en 2014 después de que apareciera en un anuncio de SodaStream cuando la empresa israelí tenía una fábrica en Judea y Samaria.
El-Sissi tomó el poder en un golpe en 2014 que terminó con el corto plazo en el poder de Mohammed Morsi y su Hermandad Musulmana. Fueron elegidos después de una revolución.
El dictador pro-occidental ha encarcelado a miles de personas consideradas por su régimen como extremistas musulmanes, así como a otros críticos.
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