Los palestinos y Jordania han acusado a Israel de tratar de “judaizar” la Plaza del Muro Occidental debido a los trabajos de renovación que se están llevando a cabo allí.
Refiriéndose a las renovaciones como “excavaciones”, los palestinos y Jordania pidieron el cese inmediato del trabajo en el sitio.
El Departamento de Wakf controlado por Jordania en el este de Jerusalem, que supervisa los lugares sagrados musulmanes, dijo que las “excavaciones” eran “parte del proyecto [israelí] para completar la judaización de la plaza al-Buraq, al suroeste de la mezquita al-Aqsa”.
El Departamento de Wakf afirmó que las renovaciones contradecían el derecho internacional humanitario y las decisiones sobre este asunto de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Al-Buraq es el nombre que usan los musulmanes para referirse al Muro Occidental. Creen que es el sitio donde el profeta Mahoma ata a su corcel alado, al-Buraq, en su viaje a Jerusalem antes de ascender al paraíso.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de la Autoridad Palestina pidió al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que “detenga los crímenes de las fuerzas de ocupación israelíes contra la mezquita de al-Aqsa”.
El ministerio condenó las “excavaciones” israelíes en el Muro Occidental, refiriéndose a él como el “muro occidental de la mezquita de al-Aqsa”.
El ministerio acusó además a Israel de trabajar para “judaizar” todo el sitio, así como la mezquita al-Aqsa y el vecindario cercano de Silwan.
El jeque Omar Kiswani, director de la Mezquita al-Aqsa, afirmó que Israel estaba buscando expandir la Plaza del Muro Occidental “para poder recibir al mayor número de colonos judíos que asaltarían la Mezquita al-Aqsa”.
Kiswani dijo que el trabajo era parte de un plan israelí para convertir la plaza del Muro Occidental en un área exclusivamente judía.
El jeque Ikrima Sabri, presidente del Consejo Islámico Supremo y ex mufti de la Autoridad Palestina de Jerusalem, denunció las renovaciones como un “asalto a los musulmanes con el objetivo de cambiar la identidad de Jerusalem y alterar la herencia y las antigüedades islámicas”.
Sabri dijo que lo que estaba sucediendo en la Plaza del Muro Occidental estaba en el contexto del intento de Israel de “crear una identidad judía falsa”.
“Este es un cambio inaceptable de la realidad”, agregó. “Contradice las leyes internacionales”.
Mientras tanto, Jordania pidió a Israel que detenga de inmediato las “excavaciones en curso y cumpla con sus obligaciones como potencia ocupante en la Jerusalem Oriental ocupada, y que deje de violar o cambiar la identidad de la Ciudad Vieja”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Jordania dijo que condena las “excavaciones israelíes en la plaza al-Buraq, que es parte integral de la mezquita al-Aqsa”.
Un portavoz del ministerio reiteró el “rechazo y denuncia de Jordania de todas las medidas unilaterales israelíes”, diciendo que violaban el derecho internacional.
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