Por primera vez, Israel es señalado como un “apartheid” por israelíes. “No hay un solo centímetro cuadrado entre el río y el mar en el que un palestino y un judío sean iguales”, ha declarado Hagai El-Ad, director ejecutivo de B’Tselem. Esta organización por los derechos humanos israelí ha roto un tabú en la sociedad del país alegando que los territorios constituyen un “área geopolítica única gobernada por un gobierno”. “Esto no es democracia más ocupación”, ha aclarado El-Ad, “esto es apartheid”.
Este hecho insólito llega a la vez que el anuncio de Netanyahu sobre la construcción de 850 viviendas más en los asentamientos de Judea y Samaria. También las Naciones Unidas han denunciado el desalojo de 16 familias palestinas en Jerusalem Este como resultado de los esfuerzos legales de dos organizaciones de colonos judíos.
“Estos desalojos son extremadamente alarmantes y parecen ser parte de un patrón más amplio de forzar a las familias palestinas de Jerusalem a abandonar sus hogares para despejar el camino para más asentamientos israelís ilegales”, ha denunciado Michael Lynk, investigador de la organización.
“Un principio organizativo se encuentra en la base de una amplia gama de políticas israelís: avanzar y perpetuar la supremacía de un grupo, los judíos, sobre otro, los palestinos”, ha acusado El-Ad desde una columna en ‘The Guardian’.
Según esta oenegé, el grado de vulneración de los derechos humanos que sufren los palestinos varía en función del área en la que han nacido. Aquellos sitiados en Gaza están en lo más bajo de la escala, seguidos por los habitantes de Judea y Samaria y, después, por los de Jerusalem Este.
“Traumas e injusticias”
En sus 31 años de historia, B’Tselem ni ninguna otra organización israelí ha calificado a Israel de apartheid. La ruptura con el tabú apunta a un mayor debate mientras la ocupación que las autoridades defienden como temporal se prolonga y la solución de dos estados parece más lejos que nunca. “Creemos que la gente necesita despertar a la realidad y dejar de hablar en el futuro sobre algo que ya ha sucedido”, ha dicho El-Ad.
“El pasado es uno de traumas e injusticias”, ha recordado el director de la oenegé, “en el presente, se reproducen constantemente más injusticias”. “El resultado es que las comunidades palestinas enfrentan una realidad de demoliciones, desplazamientos, empobrecimiento y hacinamiento, mientras se asignan los mismos recursos de tierra para el nuevo desarrollo judío”, ha reflexionado El-Ad.
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