El Centro Conmemorativo del Holocausto de Babyn Yar construirá 12 edificios, serán dedicados a centros de estudios y museos. El complejo estará ubicado en las 370 hectáreas del barranco de Kiev, sitio en el que fueron masacradas más de 100.000 personas durante la Segunda Guerra Mundial.
Los días 29 y 30 de septiembre de 1941, los nazis alemanes y los colaboradores ucranianos asesinaron a 33.771 judíos en las afueras de la capital ucraniana. Luego, durante los tres años siguientes, en el mismo sitio, fueron asesinadas 70.000 personas más en Babyn Yar entre ellas judíos, resistentes ucranianos, gitanos y discapacitados.
El motivo para la acción fue una mentira descarada sobre la participación de los judíos en la colocación de minas y las explosiones en la calle Khreshchatyk, que causaron la muerte de muchos soldados y oficiales de la Wehrmacht. El lugar de ejecución masiva fue Babin Yar, un barranco en el noroeste de Kyiv de dos y medio kilómetros de longitud, que en algunos lugares alcanza los 50 metros de profundidad. Al final de la calle había una puerta por la cual las personas pasaban por grupos de 30-40 personas. Al principio, les desnudaban, tomaban las pertenecías personales, luego los policías con garrotes arreaban a las víctimas a los pasajes en los montículos en el borde del barranco. En el lado opuesto estaban los ametralladoristas. Los cuerpos de los fusilados rodaban por la pendiente hacia el fondo del barranco. Después de que la zanja se llenaba de 2-3 capas de los cuerpos, les cubrieron con tierra.
“Actualmente, hay demasiada gente que desconoce la naturaleza del lugar”, dijo el director artístico del BYHMC, Ilya Khrzhanovsky. “Si visitas Babyn Yar hoy, verás a familias relajándose y jugando como si fuera un parque normal” agregó.
Definiendo a a Babyn Yar como “la mayor fosa común de Europa”, dijo que el centro conmemorativo “transformará la zona de un lugar de terror y matanza, en un lugar de paz y tranquilidad”.
El campus de Yad Vashem, de Jerusalem, tiene aproximadamente una octava parte del tamaño del complejo previsto para Kiev.
Uno de los nuevos museos conmemorará el “Holocausto a balazos”, del que fueron víctimas 1,5 millones de judíos de Ucrania y Europa del Este. En esta etapa del genocidio, las unidades alemanas “Einsatzgruppen” contaron con la colaboración de sus simpatizantes locales para asesinar a los judíos cerca de donde vivían.
Además los edificios, el plan prevé una estructura con los nombres de las víctimas y un “centro religioso/espiritual” con una sinagoga, una iglesia y una mezquita. También habrá centros de investigación y educación.
Como presidente del consejo de supervisión del BYHMC, el luchador israelí por los derechos humanos, Natan Sharansky, conoce de primera mano la supresión de la memoria del Holocausto, pues habiendo crecido en Ucrania durante la era soviética, no supo nada de los acontecimientos de Babyn Yar.
“El concepto que se presentó es muy interesante y sorprendente”, dijo Sharansky, quien agregó “Demuestra que el museo y el centro educativo no sólo serán de alta calidad, sino que al mismo tiempo serán diferentes a muchos otros centros del Holocausto. Como tal, ayudará a llenar un vacío en el campo de los estudios sobre el Holocausto”.
Los diseñadores del monumento planean establecer quince puntos temáticos, relacionados con los lugares donde tuvo lugar la masacre y su borrado de la memoria. Los puntos estarán conectados por un camino sinuoso que evoca la antigua topografía del sistema de barrancos.
“Cuando se visita Babyn Yar, los puntos más impactantes son aquellos desde los que se pueden ver barrancos, muy similares a aquellos en los que se produjeron los fusilamientos y que fueron rellenados con residuos industriales durante la época soviética”, dijo Khrzhanovsky. “Utilizando la geografía y la topografía de la zona, somos capaces de crear un viaje físico y emocional para los visitantes”, agregó el director.
Hace varios años que el BYHMC investiga la masacre, una tarea que ha permitido recuperar 20.000 nombres de víctimas desconocidas hasta ese momento. Los científicos localizaron la zona de unos 150 metros de longitud, en la que se produjeron los fusilamientos y la fosa común de 1941.
“Es importante entender que consideramos absolutamente Babyn Yar como un espacio sagrado”, dijo Khrzhanovsky. “Esto caracteriza todo nuestro enfoque”.
Según Khrzhanovsky, la construcción será realizada no donde se produjeron los asesinatos. Algunos de los edificios del complejo serán levantados sobre plataformas, para preservar los restos arqueológicos que hay debajo.
Por MB/RJ
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