Luego del exitoso proceso de vacunación que ha superado la inoculación de más de cuatro millones de habitantes y la demostrada eficacia de la vacuna Pfizer con un 99% en la prevención de hospitalizaciones y muertes hoy domingo una parte importante de la actividad del país vuelve a abrir.
Shoppings y tiendas, bibliotecas, museos, hoteles, lugares recreativos, gimnasios, conciertos, sinagogas y otros ámbitos vuelven a la actividad “normal”. Se mantendrán las normas de tapabocas y distanciamiento social.
Israel tiene la mayor tasa de vacunación en el mundo y su política sanitaria ha sido rigurosa más allá de las dificultades con ciertos grupos específicos. Tuvo tres bloqueos estrictos, el último y extenso a partir del 27 de diciembre.
El ministerio de salud expide un “pasaporte verde” a las personas inoculadas que es exigido para poder ingresar y estar en los lugares abiertos.
El pasaporte, que figura en una aplicación, tendrá una validez de seis meses, una semana después de la segunda dosis.
El aeropuerto internacional Ben Gurión continuará cerrado hasta el 6 de marzo. El motivo esgrimido es el intento que no ingresen nuevas cepas y contagiados desde el exterior. También se puede presuponer que en pleno proceso de vacunación se intenta evitar que el más de un millón de israelíes que viven en el exterior quieran venir a vacunarse en el país aprovechando la existencia de vacunas y la decisión de vacunar a toda la población.
Ayer sábado por la noche, el Ministerio de salud informó que los estudios revelaron que el riesgo de enfermar por el virus ha disminuido en un 95,8% entre las personas que han recibido las dos dosis de la vacuna de Pfizer.
Se constató que la vacuna era eficaz en un 99% para prevenir la fiebre o los problemas respiratorios.
El Ministerio de salud palestino llegó a un acuerdo con Israel para vacunar a 100.000 palestinos que ingresan y trabajan diariamente en el estado judío.
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