El ayuno del 13 de Adar afila el alma judía y nos ayuda a fortalecernos para los desafíos futuros.
Cada año, al Ayuno de Ester se lleva a cabo en uno de los días previos a Purim. Usualmente es el día inmediatamente anterior a Purim, aunque hay excepciones (ver Ley #4 abajo).
¿Cuál es la fuente de este ayuno?
En la Meguilá (4:16), Ester accede a hablar con el rey sin ser invitada, pero antes, le pide al pueblo judío que ayune durante tres días.
¿Por qué ella pidió un ayuno? Porque el ayuno ayuda a bajar el volumen en nuestras búsquedas físicas para enfocarnos con más precisión en nuestra parte espiritual. Esto facilita el proceso de “teshuvá” (literalmente “retorno”). Nosotros retornamos a nuestro estado esencial de pureza. Ester pidió un ayuno porque sabía que a través de un análisis de conciencia los judíos lograrían la conexión espiritual necesaria para que su misión fuera exitosa (¡Y dio sus frutos!).
Este no es un ayuno de tristeza. Por el contrario, el propósito de este ayuno es la elevación y la inspiración.
El Ayuno Previo a la Guerra
Así mismo, hubo otro ayuno durante la historia de Purim: los judíos ayunaron y rezaron el 13 de Adar en preparación para su defensa en contra del decreto de Hamán. La Torá ordena que cuando un ejército judío va a la guerra, los soldados deben ayunar el día anterior. Esto contrasta con un ejército secular, que pasa el día anterior preparando provisiones y armamentos. La mejor arma de un judío es el reconocimiento de que la fuerza y la victoria vienen solamente a través de Dios (ver Éxodo 17:10). Además, el hecho de que estamos debilitados físicamente cuando la batalla comienza, nos asegura que ninguna victoria puede ser atribuida a nuestras proezas físicas.
Los mortales tienen límites, pero Dios puede conseguir lo imposible (Por ejemplo: la guerra de los seis días). Como Mark Twain escribió: “Todas las cosas son mortales, menos el judío; todas las fuerzas pasan, pero él permanece. ¿Cuál es el secreto de su inmortalidad?”
Es en realidad el ayuno antes de la batalla que conmemoramos cada año antes de Purim. El hecho de reconocer que la fuerza y la victoria vienen solamente de Dios. De todos modos, en honor a la heroína de Purim, se le llama Taanit Ester, el ayuno de Ester.
Halajot (Leyes) del Ayuno de Ester
1. El ayuno comienza al amanecer (“Alot hashájar”) y termina al anochecer (“Tzet hacojavim”).
2.No se permite comer ni beber. Aunque otros cosas, como usar zapatos y lavarse, están permitidas.
3. Como no es uno de los “grandes” ayunos (como Iom Kipur o Tishá Be Av), las mujeres embarazadas o que están amamantando están exceptuadas, así también la gente que está moderadamente enferma. Si uno está saludable pero tiene un dolor de cabeza y encuentra difícil ayunar, puede comer, pero está obligado a compensar el ayuno en otro momento. En todos los casos se debería consultar a un rabino competente.
4. Si el 13 de Adar cae en Shabat, no ayunamos ese día, debido al honor del Shabat. El ayuno no se realiza tampoco el viernes, dado que afectaría adversamente a los preparativos de Shabat. En su lugar, observamos el ayuno el jueves, el 11 de Adar.
5. Se acostumbra extender el ayuno hasta después de la lectura de la Meguilá (Excepto en ciudades sitiadas, en donde la Meguilá se lee en la noche del 15 de Adar).
6. Durante el rezo de minjá de la tarde, el párrafo de Aneinu se agrega a la Amidá en silencio, durante la bendición de Shemá Koleinu. Tanto en shajarit como en minjá, el jazán agrega Aneinu como una bendición separada entre Gueulá y Refuá.
7. Como en otros ayunos públicos, la lectura de la Torá de Vayejal Moshé (Éxodo 32:11-14, 34:1-10) se lee tanto en shajarit como en minjá.
8. Si un brit milá cae durante el ayuno de Ester, la seudá mitzvá se debe posponer hasta la tarde. El padre, la madre y el sandak pueden comer durante la tarde del día de ayuno, porque se considera que es su “fiesta” (Shaar Hatziun 686:16).
9. Se recita Avinu Malkeinu solamente en shajarit, pero no en minjá (una excepción es si Purim cae en domingo y el ayuno se observa el jueves, entonces Avinu Malkeinu se recita, de hecho, en minjá).
Por el Rabino Shraga Simmons
Fuente: Aish