Por Silvia Mercado*
Como pocas veces se vivió tensión en Casa Rosada con la presencia de un gobernador. Gildo Insfrán había llegado al aeropuerto de San Fernando en un avión privado para participar de un acto que fue armado a último momento para darle contención al mandatario, duramente cuestionado por las movilizaciones que vienen realizándose en su provincia y que cosecharon críticas de organizaciones de derechos humanos internacionales, desde Human Right Watch hasta la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, pasando por la mismísima oficina oficina de Naciones Unidas en la Argentina, además de la sede local de Amnistía International.
Ayer, Insfrán se quejó ante los amigos que tiene en el Gobierno, porque no solo salió a hacer un hilo de tuits el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, sino que hasta el mismo Presidente declaró en Mendoza su preocupación por la violencia que la policía que él manejó, ejerció contra quienes se movilizaban. Nadie quiere confirmarlo, pero se asegura que hubo un ministro, de los importantes, que le aseguró que el Gobierno no lo dejaría solo.
Tanto es así que, antes de salir, Insfrán dijo entre sus allegados que viajaba a Buenos Aires, no tanto para participar de un acto que poco le interesaba (la firma de un acuerdo para unificar las denuncias contra feticidios, un asunto que definitivamente no forma parte de su agenda), sino para reunirse con Eduardo “Wado” de Pedro.
Los periodistas acreditados en Casa Rosada preguntamos con insistencia acerca de la hora de ese encuentro, que nunca fue confirmado. Tampoco una reunión con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, que era el plan B del gobernador formoseño. Le quedaba la última opción, un encuentro con el Presidente, que es probable que se concrete. Pero hasta el mediodía, nadie había avanzado en esa posibilidad.
Insfrán se transformó en una mancha venenosa en la mañana de hoy en Casa Rosada, y todos y cada uno buscó despegarse del cuestionado, que ingresó al Museo del Bicentenario, pero pocos se acercaban a saludarlo. Más bien parecía que la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, ni la ministra de Salud, Carla Vizzotti, buscaban alejarse del Gobernador. Y cuando una mujer no conocida por los medios se puso a hablar con él, aprovechó para mirar hacia los fotógrafos, para mostrar que allí estaba. Luego se sentó del lado de los gobernadores, entre el tucumano Juan Manzur y el santiagueño Gerardo Zamora, que tampoco le dieron demasiada charla.
Para firmar los acuerdos, la locutora fue llamando uno a uno a los 13 gobernadores presentes. Cuando le tocó el turno, se hizo un gran silencio y alguien esbozó en el fondo del Museo un pequeño silbido, que no tuvo seguidores. Esta cronista lo puso en un tuit y después un funcionario de la Rosada se acercó a negar el episodio, que ratifico en todos sus términos. El pequeño silbido existió, quien lo profirió es imposible saberlo, solo quedó ahí.
Al terminar el acto, en lugar de irse rápidamente, como otras veces, se quedó a la espera de los saludos y abrazos. Claramente, Insfrán tenía la intención de cruzarse en un abrazo con el Presidente. Cafiero se quedó hablando con él, como corresponde a un Jefe de Gabinete que cumple su papel de menearse en el barro. Pero Alberto Fernández no se acercó nunca y, finalmente, se retiró. Detrás, también se fueron Insfrán y los pocos funcionarios que quedaron en la sala.
Mientras tanto, la ministra Elizabeth Gómez Alcorta daba una conferencia de prensa para hablar de un Día Internacional de la Mujer que calificó de “histórico”, porque hubo acuerdo entre todas las provincias para encarar un mismo sistema de denuncias de femicidios en todo el país. Sin duda, una gran noticia para empezar a encarar las soluciones a un problema que se viene agravando con la pandemia. El problema que tuvo la funcionaria fueron las preguntas.
-La primera la hizo Ariel Rodríguez, de Cadena 3. “¿Cómo justifican la presencia del gobernador Gildo Insfrán en el acto del Día de la Mujer cuando viene de reprimir incluso a mujeres en su provincia?”. “Bueno, la convocatoria fue realizada a gobernadores y gobernadoras y el jefe de gobierno de la Ciudad para firmar un acuerdo federal de una Argentina unida contra las violencias. Sería un absoluto sin sentido que no convocáramos a un gobernador cuando el trabajo que estamos tratando de llevar adelante es una política de Estado”, dijo.
-La segunda pregunta la hizo Nicolás Gallardo, de CNN Radio. “¿Qué opinión tiene sobre lo ocurrido en Formosa, en el marco de una situación general, pero donde hubo denuncias de represión a mujeres?”. “Bueno, voy a hacer propias las palabras de la Secretaría de Derechos Humanos, de repudiar todo hecho de violencia y represión en el marco de cualquier reclamo o movilización, porque hay derecho a la libre expresión, sea en cualquier lugar que sea en nuestro país. Además de ser funcionaria, son militantes de derechos humanos”, contestó. Y pidió: “la siguiente” (pregunta)
-Con la tercera ya no quiso más. Gustavo Abu Arab, de FM Andina, le pidió entonces que “defina la posición del Gobierno nacional al respecto”. “Acabamos de firmar un acuerdo, es el Día Internacional de las Mujeres Trabajadores, ¿no tienen alguna pregunta específica?”, se quejó.
El colega no quiso discutir, ni los que le siguieron. Finalmente, en efecto, es el Día de la Mujer y el acuerdo que se había firmado es valioso. Pero quedó confirmado que Insfrán opacó el anuncio e incomodó a los funcionarios, que aún no saben cómo encarar una salida a esta crisis en la provincia del NEA, que tanto impacta en la imagen del Gobierno nacional.
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