Ezequiel Zommar nació en Argentina, llegó a Israel hace 2 años y medio, y decidió juntar su deseo de enrolarse en el ejército con su vocación por la medicina, sirviendo en Tzahal como paramédico de combate. Su batallón está apostado en el sur cerca de Gaza, y él como sus compañeros están entrenados y listos para salvar las vidas de aquello que velan por la seguridad de su país.
“Es una formación dura, hay que estar muy bien física y mentalmente”, explicó. Y agregó: “no solo se trata de atender heridas físicas, sino que estamos formados para tratar también el stress post traumático … la salud mental es muy importante en Tzahal.
Respecto de si la situación actual implica algún tipo de acondicionamiento especial, Ezequiel destacó que “independientemente de lo que suceda, estamos siempre preparados, y para mi es un día más”.
Tal vez para ilustrar lo que está aconteciendo, la charla se interrumpió cuando la alarma de misiles comenzó a sonar, y el paramédico de combate regresó intempestivamente a su puesto.
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