En un contexto convulsionado en Israel por los últimos conflictos vernáculos entre árabes y judíos, el día miércoles se dictó un fallo aleccionador en materia antidiscriminatoria, cuando la Jueza Keren Miller impuso una indemnización de 100.000 Shekels a favor de un joven de ascendencia etíope, quien fue discriminado en la entrada de un local de la cadena de Supermercados “Victory”.
En lo que fue estimado como un triunfo en la lucha antidiscriminatoria, Yuval Makoria, demandó a la cadena después de que le exigieron dejar su mochila en la entrada de la sucursal del local de Beit Shemesh, mientras que el resto de los clientes podían acceder con bolsos y mochilas sin problemas. En su fallo, la jueza estableció que estereotipar que un joven de ascendencia etíope sería más propenso al robo, resulta algo serio y muy grave de concebir.
En la ocasión el joven grabó un video, y lo distribuyó en Facebook, mostrando a personas con bolsas caminando sin obstáculos dentro del supermercado, luego de haberle prohibido acceder con el suyo al local. Por su parte el propio supermercado y el gerente del mismo presentaron contra el joven demandas por difamación, que fueron desestimadas.
Tanto la cadena de supermercados como el gerente de la sucursal fueron demandados en virtud de la Ley contra la discriminación en productos, servicios y entrada en lugares públicos. La demanda fue patrocinada por la Oficina de Asistencia Legal del Ministerio de Justicia. Y al imponer la sentencia, agravando el monto de la misma, la Jueza tuvo en cuenta que la violación de la ley de antidiscriminación debería ser mayor cuando se trata de segregación de grupos vulnerables, que sufren discriminación histórica, como los pertenecientes a la comunidad etíope. La jueza también considero que el daño en este caso es aún más severo y tiene un mensaje social negativo, ya que se basa en una grave visión estereotipada que debe ser condenada clara e inequívocamente.
El joven que fue discriminado hace unos tres años, grabo un video con su propio celular contando lo sucedido, y lo publicó en Facebook, obteniendo cientos de miles de comentarios y numerosamente compartido en línea.
Frente a las demandas por difamación que fueron interpuestas por el Supermercado y la gerente de la sucursal, Mekoria se puso en contacto con la Unidad del Gobierno encargada en la coordinación de la lucha contra el racismo, que lo derivó a la asistencia jurídica del Ministerio de Justicia. Luego de examinar el caso y sus circunstancias, dicho organismo decidió que no solo había fundamentos para brindarle al joven asistencia legal para defenderlo por las demandas por difamación, sino que también existían sobradas razones para reconvenir al Supermercado y a la gerenta por la conducta discriminatoria.
A raíz de la sentencia el Ministerio de Justicia público un comunicado sosteniendo que: “La discriminación contra grupos de población por parte de una gran cadena de supermercados es ciertamente un asunto público. La discriminación contra miembros de la comunidad etíope es un tema doloroso y delicado que ocasionalmente surge públicamente. Se recordó la prohibición de conductas discriminatorias, como en el caso que la red no tiene un procedimiento que obligue a todos los clientes a dejar sus bolsos en la entrada.
También se pronunció la Unidad Gubernamental para la lucha contra el racismo, diciendo que “El caso es particularmente grave porque, además de la conducta racista discriminatoria, el proveedor de servicios optó por llevar a cabo una demanda por difamación contra el denunciante precisamente para silenciarlo e intimidar a futuros denunciantes por incidentes racistas.
Darío Sykuler, abogado matriculado en Argentina e Israel y Secretario de la Cámara de Comercio Argentino israelí.