Guilad Schalit

Guilad Schalit es un militar de las Fuerzas de Defensa de Israel que fue capturado por un grupo de militantes de Hamás el 25 de junio de 2006. En el momento de su secuestro tenía el rango de cabo, pero posteriormente fue ascendido a sargento mayor. La responsabilidad del ataque contra la base del ejército israelí en el que fue apresado fue reivindicada conjuntamente por las Brigadas de Ezzeldin Al-Qassam, el brazo armado de los Comités de Resistencia Popular y un grupo autodenominado Ejército del Islam, que pedían la liberación de presos palestinos. La base militar atacada estaba en el lado israelí de la valla que separa la Franja de Gaza de Israel.

En el ataque murieron dos guerrilleros palestinos y dos soldados israelíes, el teniente Hanan Barak y el sargento Pavel Slutzker; y un tercero resultó herido. La captura de Guilad Schalit fue considerada un secuestro, debido a que no se le garantizaron ninguno de los derechos establecidos en la Tercera Convención de Ginebra para soldados capturados, que les da derecho a recibir la visita del Comité Internacional de la Cruz Roja para comunicarse con los miembros de su familia. Durante cinco años y cuatro meses, pues fue liberado el 18 de octubre de 2011, Hamas no permitió que la Cruz Roja visitara a Schalit.

Desde el día de su captura Schalit se convirtió en moneda de cambio para Hamas, que se apresuró a pedir un rescate: la liberación de todas las presas palestinas, de todos los detenidos varones menores de edad y de 1.000 más, entre ellos varios condenados por delitos de terrorismo.

En una primera fase fueron liberados un total de 450 hombres y 27 mujeres y en los dos meses posteriores se puso en libertad a otros 550 presos.

Mientras tanto, Schalit fue llevado a Egipto a través del cruce fronterizo de Rafah.

El soldado fue trasladado desde el Sinaí, donde le esperaban efectivos del ejército israelí, a una base militar en el sur de Israel, donde recibió ropa, se le hizo un primer chequeo médico, se duchó y pudo hablar con sus padres. Más tarde fue trasladado a la base de Tel Nof, cerca de Rehovot, en el centro del país, donde se reencontró con su familia y le sometieron a nuevos exámenes médicos.

Junto a la familia de Schalit, recibieron al soldado el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el titular de Defensa, Ehud Barak y el jefe del Estado Mayor, Benny Gantz.

Tras el reencuentro, Schalit y sus familiares fueron conducidos en un helicóptero militar a su residencia en la localidad de Mitzpeh Hila, en el norte del país.

Schalit dejó de ser un simple soldado para convertirse en un mártir. Comenzaron las marchas y las manifestaciones pidiendo su liberación y los actos recordando el penoso cautiverio del joven. Hasta aquí todos de acuerdo, el problema venía cuándo se preguntaba a los israelíes hasta dónde estarían dispuestos a llegar para conseguir que Schalit recuperara la libertad. Sólo un 60% admitía estar a favor de liberar a 1.000 presos palestinos a cambio del joven

soldado, algo que no compartían los votantes de grupos derechistas y nacionalistas, que no se mostraban dispuestos a obtener su liberación a cualquier precio.

Durante esos cinco largos años, su familia no dejó de pedir su liberación. Sus padres, Noam y Aviva, decidieron dejar sus trabajos para volcarse en conseguir el regreso de su hijo y acamparon frente a la residencia del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Aseguraron que no se moverían de allí hasta que Schalid volviera a casa y lo cumplieron, pues lo hicieron hasta que volvieron, junto a Guilad, a su hogar en Mizpe Hila, cerca de la frontera con el Líbano.

Su vida tras la liberación incluyó su nombramiento como ciudadano honorario de Paris, Roma, Miami, New Orleans, Baltimore y Pittsburgh

En 2020, luego de un año y medio de relación con su novia Nitzan Shabat, Guilad Shalit con quien se casó hace pocos días.

 

Dr. Mario Burman

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