LANGOSTAS EN MONIGOTES (1940)

LANGOSTAS EN MONIGOTES (1940)
La langosta es un bicho que de adulto mide unos cinco centímetros, está dotado de unas patas traseras grandes, lo cual le permite saltar mucho, unas poderosas alas transparentes, con la que vuelan larguísimas distancias.
Todo comienza con la invasión de una manga muy tupida, se decían que venían de África; al principio comienzan a llegar algunas «adelantadas», pero con el correr de las horas y a veces los días arribaban mangas muy tupidas formando nubes que tapan el sol.
A éstas las llamaban las «voladoras»: arribaban a la tardecita, comenzaban a descender asentándose sobre la tierra o en los árboles, tantas eran que las ramas de los paraísos se doblaban.
En un día se comían todo, pasto, hojas, ramas etc., traían un hambre feroz, nadie se salvaba de las invasoras, imaginen el daño que le producían a un colono, que sembró con gran esfuerzo personal y financiero una cosecha, pensando en ir solucionando los innumerables problemas económicos, que todos los campesinos los tenían; los animales se quedaban sin pasto (comida), los que estaban engordando, se retrasaban en el proceso, los tambos dejaban de producir, porque las vacas no tenían comida, debido a que la langosta la había devorado.
Todas estas penurias no eran las únicas ni las finales.
Estas mangas de voladoras desovaban y dejaban en todos los lugares una cantidad infinita de pequeñísimos huevos, de los que meses después nacían las langostas denominadas saltonas.
Cuando la voladora había arrasado todo, un buen día comenzaron a levantarse en grandes mangas, así como llegaban se iban.
Pasado un tiempo, la segunda etapa, comenzaba con el nacimiento de la saltona, que era aún más «jodidas» que las voladoras. A pesar de que los colonos trataban de tapar con tierra, los huevos dejados por las voladoras, esta tarea era imposible de completar.
De los huevos que quedaban, nacían las crías crías. Se movían saltando con sus poderosas patas, de ahí la denominación, porque se movían accionandolas. Tardaban un tiempo bastante largo en crecer, no puedo precisar cuánto era, pero sé que se trataba de varias semanas.-
El pueblo y la zona ya estaban avisados, que cuando se retiraba la voladora, al tiempo llegaba la saltona.
Los campesinos y los que vivían en el pueblo se preparaban: la comuna hacía colocar, unas chapas de cinc de un metro por cincuenta centímetros que con un sistema especial se enganchaban unas con otras y se clavaban con unos pinchos en el suelo para sostenerse, formaban largas filas, el pueblo quedaba todo cercado, como si estuviera amurallado, a la espera de la plaga.
Las filas conducían a pozos cada cien o doscientos metros se hacían, allí caían en millones, la gente usaba los «lanzallamas», que funcionaban a kerosene, no puedo describir su mecanismo, a los chicos nos prohibían arrimarnos a ellos, pero como lo indica el nombre eran unos aparatos de un metro y algo de largo, que se usaban para quemar las langostas que se acumulaban en los pozos, que eran infinitas y trataban de zanjar las barreras.-
Fue una lucha terrible, el olor penetrante de las langostas quemadas y podridas, todavía hoy lo recuerdo. Esta lucha finalizaba cuando las saltonas adquirían alas y se iban a otras tierras para asolar…..
Fueron una desgracia para los pobres colonos. Como no hay mal que dure cien años, allí hacie el final de la década del cuarenta, salió un agroquímico muy potente que pudo con las langostas.-
Desde esa época dejaron de asolar las pampas argentinas, primero decían que se habían refugiado en los montes chaqueños, luego que emigraron a África, la cuestión es que desaparecieron.-

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