“5782: Compromiso, comunidad y transformación”
Paso un año más de adaptaciones, nuevas formas de conseguir objetivos y conocimientos. Hemos aprendido mucho durante lo que ya vivimos de la pandemia.
Sabemos que la incertidumbre es mayor de lo que suponíamos y que los planes pueden cambiar. Logramos resignificar conceptos como el de presencialidad. Entendimos que se alejaron las distancias de cerca y se acercaron muchos las grandes distancias.
También comprendimos que las transformaciones no se pueden dar de modo aislado sino con un alto compromiso, trabajo conjunto y articulado con todos los actores de una sociedad.
Este año también sirvió para darnos cuenta de que individualmente somos frágiles y en comunidad mucho más fuertes. Por eso, tenemos que fomentar la resiliencia, sostener a los miembros que se encuentras más débiles y ayudarnos entre todos.
Creo que estamos en el camino necesario en el que debemos aprender de la complejidad y de las situaciones difíciles. El mundo se está preparando para el nuevo futuro. No nos resignemos a quedarnos en el lugar. Sigamos pensando dónde queremos estar en 10 o 20 años y trabajemos con un objetivo claro.
Los desafíos que se avecinan son muy grandes, necesitamos interactuar entre las diferentes instituciones, socio deportiva, educativas y religiosas para poder llevar los proyectos comunitarios adelante y lograr la misión de la coordinación entre cada una de las instituciones.
En este camino, celebró los acuerdos. Avancemos unidos. Este año que comienza deseo una comunidad más unida en su hermosa diversidad y trabajando en conjunto para conseguir grandes objetivos.
Llegó el tiempo del compromiso, entre personas, instituciones y en conjunto para trabajar todos juntos en el nuevo futuro. Para conseguir ser un gran orgullo para nosotros, para nuestros hijos y para nuestros nietos.
Shaná Tová Umetuká
Jonathan Lemcovich