La Kehilá de Catamarca es muy antigua y tiene una fuerte presencia en la provincia, más allá de que en los últimos años haya decrecido la cantidad de miembros.
Tuvimos dos participaciones muy intensas en materia de libertad religiosa en la provincia, y nuestra voz fue escuchada.
Nos opusimos fuertemente a la introducción de la enseñanza religiosa en las escuelas públicas, defendiendo vehementemente la laicidad de la educación.
Por otra parte, hicimos escuchar nuestra voz en contra del proyecto de reforma constitucional en la provincia, que establecía que el Gobernador debía ser Católico, Apostólico y Romano.
En ese sentido llegamos a contar con el apoyo de algunos sacerdotes del credo mayoritario de nuestro país.