En los últimos años se instaló entre nosotros el concepto de resiliencia. Pero qué es exactamente? …
“la resiliencia es la capacidad de las personas para enfrentar , sobreponerse y salir fortalecidos o transformados de una adversidad.”
En ésta época tan particular que nos toca vivir, época de pandemia, necesitaremos invertir mucho esfuerzo para desarrollar nuestra capacidad de ser resilientes. Pero ser resiliente se nace o se hace? ¿Porqué algunas personas atraviesan dificultades sin que sus vidas se vean truncadas, sin entregarse a la adversidad?¿Porqué ante iguales circunstancias, dos personas reaccionan de distinta manera frente a una crisis?
Unas dirigen su mirada hacia el déficit o la carencia, otras resolviendo situaciones y con una gran capacidad de autogestionar sus emociones que le permitan actuar y buscar soluciones?
La PNL nos dice que todos tenemos recursos, pero no hace falta solamente que existan, sino que los podamos percibir. Son muchos los casos que contamos con ellos , pero no logramos registrarlos como posibilidades de cambio y transformación. Algunos hacen uso de esos recursos de forma espontánea, otros requerirán de entrenamiento.
Partimos de una premisa: todos podemos enfrentar con éxito una crisis. Para ello tenemos que seguir los siguientes pasos:
Reconocer la crisis,
Percibir nuestros recursos,
Entrenarnos en los recursos debilitados,
Diseñar un plan de acción.
Imaginemos una persona que atraviesa una crisis, como ser la pérdida de un ser querido, de un empleo, o como nosotros atravesamos hoy, una pandemia, qué sentimos? Vulnerabilidad, pérdida de control, y por ende incertidumbre acerca del futuro. Y nos preguntamos .. y ahora, qué pasará? En las crisis se necesita de una nueva organización de la forma de afrontamiento habituales, deberemos diseñar un nuevo proyecto de vida. Cuando se cierra una puerta, puede abrirse otra que nos permita llegar a un lugar mejor.
Nosotros los iehudim somos un pueblo resiliente, todos los abot, imaot fueron resilientes, desde Egipto, Grecia , Roma, la Inquisición, la Alemania Nazi, siempre hemos mostrado nuestra capacidad de recuperarnos y salir fortalecidos en cada época.
Debemos conocer además como padres y educadores que somos, que de padres resilientes, salen hijos resilientes. Ello podremos lograrlo ayudándoles a descubrir sus recursos y capacidades y alimentando los 3 pilares de la autoestima: yo soy, yo tengo y yo puedo. Yo soy un niño con potenciales, yo tengo valores y creencias que me hacen ser una persona de bien y yo puedo con mis aptitudes intentar lograr lo que me propongo.
Victor Frankl, sobreviviente de la shoá, psiquiatra, neurólogo y autor de varios libros, desarrolló una hipótesis de trabajo: resisten aquellas personas que tienen un “porqué o para qué” vivir, y eran aquellos que imaginaban encontrarse con familiares, y lograban idear un futuro fuera de ese infierno, eran ellos quienes tenían mayor posibilidad de resistir. Por supuesto que es Hashem quién da o quita la vida, pero aquellas personas que poseen una voluntad de sentido enfrentan las crisis y se restauran, se mejoran, cobrando protagonismo, escriben las páginas del libro de sus vidas, sacando a relucir esa capacidad que Hashem nos dio, esa fortaleza que nos permita trascender la adversidad. Así lograremos nuestro éxito personal, y además habremos pasado la antorcha a la futura generación. ¡Nuestros hijos nos miran! Pandemia, crisis, u oportunidad de ser y educar seres resilientes…
Por RIBKA SACYLER Educadora, Coach de familia y organizacional, M, Master en PNL( en proceso), Directora de la revista educativa Desplegar Alas