Por el Prof. Luis Fuensalida
Las relaciones entre Israel y Grecia, no comenzaron bien, cuando en noviembre de 1947, la Asamblea General de la ONU puso a votación el Plan de Partición del mandato británico de Palestina, Atenas voto en contra, las razones, por un lado no quería poner en riesgo las relaciones con los países árabes, por otro, siendo un país mayoritariamente cristiano, estaba preocupado por la situación de los cristianos en aquellos países musulmanes, en especial, la comunidad cristiana copta en Egipto, que efectivamente sufrió la discriminación y el acoso cuando llegó al poder Gamal Abdel Nasser, pero tras la firma del armisticio que puso fin a la primera guerra israelí árabe, el 15 de marzo de 1949, Atenas reconoció al Estado de Israel.
Sin embargo, más allá de las relaciones diplomáticas entre ambos estados e incluso con la firma de un acuerdo de cooperación en el campo de la defensa en 1990, aún existían rispideces, en particular en tiempos del 1er. ministro Andreas Papandréu, por su apoyo a los palestinos y el favoritismos griego hacia los árabes, y también, por la cooperación militar entre Israel y Turquía, y sin dejar de lado controversias entre el Patriarcado Ortodoxo Griego en Jerusalem y la administración israelí.
Ya en el Siglo XXI, las cosas fueron cambiando a medida en que la ahora Turquía de Recep Tayyip Erdogan desplegaba su visión geopolítica neo-otomana, pero quizás el punto de inflexión a favor de las relaciones entre Israel y Grecia, fue el incidente del buque Mavi Mármara en el 2010, lo que quedó plasmado en la visita oficial del entonces 1er. ministro Bibi Netanyahu a Atenas donde se entrevisto con Papandréu y acordaron ampliar los vínculos estratégicos y la cooperación militar, tecnológica e industrial.