Herzog se convirtió en el segundo presidente en asistir al evento anual en memoria de la masacre de Kafr Qasim, en la cual la policía fronteriza israelí asesinó a cuarenta y nueve ciudadanos árabes israelíes la primera noche de la guerra del Canal de Suez.
En la ceremonia, llevada a cabo en el pueblo de Kafr Qasim, el jefe de estado israelí declaró, mezclando árabe y hebreo: “Estoy aquí hoy ante ustedes con la cabeza inclinada y el corazón dolido, en el 65° aniversario de uno de los eventos más tristes en la historia de nuestro país”, a aquello añadió: “Inclino la cabeza ante el recuerdo de las cuarenta y nueve víctimas. Inclino mi cabeza ante ustedes, sus familias y ante loh habitantes de Kafr Qasim a lo largo de los siglos, y en mi nombre y en el del Estado de Israel, pido perdón”
Se trató de la segunda vez que un presidente participó en la ceremonia conmemorativa, llevada a cabo año a año en el sitio de la masacre. El primero fue Reuven Rivlin quien, cumpliendo una promesa de campaña, participó en el año 2014. Sin embargo, el primer jefe de estado israelí en asumir responsabilidad por la masacre fue el presidente Shimon Pérez, expresando, en el 2007, públicamente su pesar por lo acontecido.
La masacre de Kafr Qasim fue un evento de gran importancia que marcaría la relación entre los ciudadanos árabes israelíes y el recién nacido estado judío. El 29 de octubre de 1956, el primer día de la Guerra del Canal de Suez, el Estado de Israel, temiendo una invasión jordana o disturbios de la población árabe, instauró un toque de queda nocturno en los poblados cercanos a la línea verde (línea de alto al fuego entre Israel y Transjordania tras la Guerra de Independencia). En base a ello, Yissachar Shadmi, el oficial a cargo de la región, le ordenó a la Policía Fronteriza que dispararan a matar a cualquiera que violara el toque de queda.
Sin embargo, muchos de los ciudadanos locales no estaban informados acerca de la imposición de las restricciones a la circulación, volviendo muchos de trabajar después del horario permitido. En Kafr Qasim, siguiendo las órdenes de Shadmi, policía fronteriza disparó y mató a cuarenta y ocho árabes israelíes, entre ellos veintitrés niños y una mujer embarazada (cuyo niño no nacido es contado como la víctima número cuarenta y nueve).
Es importante remarcar que ninguna persona dentro del resto de los pueblos bajo el control de Shadmi fue disparada, dado a que los comandantes locales dieron ordenes directas a sus soldados de que desobedecerán las órdenes de sus superiores.
Posteriormente, la Corte Suprema de Israel condenó a varios miembros de la Policía Fronteriza por los asesinatos, alegando que los oficiales debían haber tenido claro que las órdenes que se les estaban dando eran ilegales, por lo que tenían la responsabilidad de desobedecerlas. A pesar de ello, las sentencias fueron reducidas, ninguno de ellos pasando más de unos pocos años en prisión.
Los parlamentarios árabes proponen año a año una ley en la Knesset con el fin de que el Estado reconozca oficialmente la masacre, sin embargo, nunca lograron conseguir su aprobación, continuando del mismo modo el pasado jueves cuando el parlamento se negó nuevamente a dar su reconocimiento.
Redacción gentileza de Tomás Polakoff