«LA GUERRA COMENZARÁ MAÑANA»

Ashraf Marwan había nacido en El Cairo en 1944 en una familia con cierto poder en el país. Había estudiado Ingeniería Química y, en 1966, conoció a una hermosa joven, Mona, con la que contraería matrimonio. Hasta aquí una biografía sin aparente interés. Nada más lejos de la realidad. Mona era la segunda hija de Nasser, el entonces Presidente de Egipto, y ese matrimonio le abrió las puertas a una estrecha colaboración con la Presidencia entre 1968 y1976, en época ya de Sadat. La muerte de su suegro en 1970 le relegó de esa posición privilegiada, pero seguía teniendo acceso a información muy delicada. 
En ese año contacta con el Mossad. Mediante esa relación con la Inteligencia israelí, los datos que aportaba llegaban al los altos mandos del Ejército de Israel ya manos de Golda Meir y Moshe Dayan.
 Su nombre en clave era «El Ángel». En Mayo de 1973 alertó a Israel de una posible e inminente guerra con Egipto. El aviso fue fallido. Pero en Octubre de ese mismo año, 44 ​​horas antes del ataque, volvió a alertar desde Londres, a pesar de las reticencias de algunos altos mandos israelíes. La frase textual fue «la guerra comenzará mañana» .
Su aviso salvó miles de vidas y evitó la pérdida total de Los Altos del Golán durante la Guerra de Iom Kippur. El Ángel siguió colaborando con Israel durante la Guerra y las negociaciones posteriores. Tras el asesinato de Sadat, Marwan se estableció definitivamente en Londres. 
En 2002 se revela su posible condición de agente doble, negada siempre por el Presidente Mubarak. En 2007 «cae» desde su piso en Londres, una quinta planta, muriendo en el acto.
Siempre se sospechó de su asesinato, declaraciones de desconocidas incluidas, pero no se ha podido comprobar hasta la fecha. Su peripecia vital aparece en «El Ángel», best seller de Uri Bar Joseph, del que Netflix ha producido una película con el mismo nombre estrenada en 2018.

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