Es casi ridículo que los gobiernos denuncien la decisión israelí de designar formalmente a los grupos y utilicen al Consejo de Seguridad de la ONU para pedir más “pruebas creíbles”.
Los gobiernos europeos están actuando como si hubieran sido tomados por sorpresa por la designación de Israel en octubre de 2021 de seis organizaciones no gubernamentales (ONG) palestinas como organizaciones terroristas. Culpables de financiar a los seis grupos durante años, los gobiernos han expresado su “preocupación” y han pedido a Israel que proporcione más pruebas del razonamiento detrás de su designación.
Si bien a estos gobiernos les puede gustar que el público crea que son jugadores inocentes sin información previa sobre las ONG palestinas afiliadas al grupo terrorista Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), lo cierto es exactamente lo contrario. Lo han sabido durante años y, sin embargo, continuaron financiando a estas ONG y apoyándolas de otras formas.
El anuncio del Ministerio de Defensa, que designa a Addameer, Al-Haq, Bisan Center, Defense for Children International-Palestine (DCI-P), la Unión de Comités de Trabajo Agrícola (UAWC) y la Unión de Comités de Mujeres Palestinas (UPWC) como organizaciones terroristas. señala que los grupos “constituyen una red de organizaciones activas encubiertas en el frente internacional en nombre del Frente Popular [Frente Popular para la Liberación de Palestina], para apoyar su actividad y promover sus objetivos”.
Agrega que los grupos recibieron financiamiento del gobierno extranjero y lo utilizaron para “pagos a las familias de los presos de seguridad y los salarios de los ‘shaheeds’ (mártires) para los activistas, alistamiento de activistas, promoción de la actividad terrorista y fortalecimiento de la promoción de la actividad del Frente Popular en Jerusalén y la distribución de los mensajes y la ideología de la organización “.
La evidencia mostrada a los gobiernos por las autoridades israelíes con respecto al claro flujo de fondos de sus oficinas de ayuda exterior a las actividades relacionadas con el PFLP podría ser nueva. Pero los vínculos documentados con la organización terrorista están lejos de serlo.
Durante más de 10 años, NGO Monitor ha publicado informes que documentan los vínculos entre numerosos grupos de la sociedad civil palestina y el PFLP (divulgación completa, me desempeñé como editor gerente de NGO Monitor y enlace con Canadá en 2016-2020). Utilizando solo información de fuente abierta, a menudo búsquedas simples en Google y Facebook, el instituto de investigación ha creado, pieza por pieza, una red clara de organizaciones respaldadas por gobiernos extranjeros con liderazgo que cumple roles duales en las ONG y en el grupo terrorista.
El personal de NGO Monitor viajó a gobiernos de todo el mundo y a las Naciones Unidas, presentando esta información y mostrando a los funcionarios gubernamentales la evidencia de primera mano que vincula a las seis ONG con el grupo terrorista FPLP. Los miembros del parlamento y los senadores preocupados han cuestionado a sus oficinas de ayuda exterior en el registro público sobre la financiación sospechosa, pero una y otra vez los gobiernos se negaron a tomar medidas.
El tema de la red de ONG vinculadas al PFLP incluso ganó la atención del público y del gobierno donante en 2019, luego de la divulgación de una célula terrorista del PFLP de 50 personas responsable, entre otras cosas, del asesinato de la niña israelí de 17 años Rina Shnerb. La célula incluía a numerosos miembros de estas mismas ONG financiadas por el gobierno. Por ejemplo, el contador de la UAWC, Samir Arbid, fue, según los funcionarios de seguridad israelíes, responsable de comandar la célula terrorista del PFLP que llevó a cabo el bombardeo.
Por lo tanto, es casi ridículo que los gobiernos denuncien la decisión israelí de designar formalmente a los grupos y utilicen valiosos recursos internacionales como el Consejo de Seguridad de la ONU para pedir más “pruebas creíbles”. Estos gobiernos, ya sean funcionarios electos o burócratas del gobierno, saben desde hace años que las seis organizaciones tenían vínculos con el grupo terrorista FPLP.
Se les ha presentado evidencia amplia, disponible públicamente y verificable. Solo ahora, debido a que la designación oficial de un grupo terrorista por parte del gobierno finalmente presionará a los gobiernos para que actúen de acuerdo con sus propias leyes nacionales contra el terrorismo y dejen de financiar, están en armas y fingen que no conocen los riesgos de usar fondos de los contribuyentes para respaldar tales acciones. grupos.
Solo podemos esperar que el público de cada uno de los países culpables de financiar a estas seis organizaciones reconozca esta absoluta falta de rendición de cuentas y fiscalización y exija no solo un cese de fondos sino una reforma en el sistema de ayuda exterior para evitar que ocurra tal farsa. de nuevo.
Por BECCA WERTMAN-TRAUB Becca nació y se crió en Vancouver y vive en Jerusalén. Es jefa de personal en el sector de capital de riesgo israelí, anteriormente trabajó como asistente política del ex MK Michal Cotler-Wunsh y como editora gerente y enlace con Canadá en NGO Monitor.
Fuente: The Jerusalem Post