Henrique Cymerman, recocido periodista y presidente de la cámara de comercio e industria Israel-países del golfo, dialoga con Radio Jai sobre las tensiones en Oriente Medio respecto al proceso de nuclearización de Irán y las expectativas a futuro sobre los Acuerdos Abraham.
El día de ayer, el primer ministro israelí, Naftali Bennett, viajó a los Emiratos Árabes Unidos para reunirse con el príncipe heredero, Mohammed bin Zayed Al Nahyan; siendo la primera vez que un jefe de Estado israelí hace una visita oficial a tal país. Según Cymerman, el motivo detrás de dicho encuentro no fue únicamente la solidificación de las recién nacidas relaciones bilaterales entre ambos países, sino también la preocupación mutua y creciente con respecto al programa nuclear iraní.
El entrevistado desarrolla que la intensificación de la inquietud en relación a la nuclearización persa se debe, en parte, a la postura que la nueva administración estadounidense tomó frente al régimen ayatola. Ante la intensión del gobierno de Biden de negociar con los iraníes, “los líderes de la región al igual que el primer ministro israelí […] quieren enseñarle a Irán que la opción militar no desapareció de la mesa”. Agrega, que tal preocupación no es únicamente producto del programa nuclear de los ayatolas, sino también de su desarrollo de “misiles balísticos de largo alcance, que pueden llegar a capitales europeas” y el modo en el que “siguen apoyando de forma definitiva a grupos terroristas y milicias en Siria, Iraq, el Líbano y Gaza”.
“Irán no abandona su objetivo de transformarse en la potencia regional y contar con un arma nuclear”
“Israel es el país más fuerte entre Indonesia y Gibraltar. Sin duda a nivel de Oriente Medio es la potencia (militar) número uno”, Cymerman define. Sin embargo, la decisión de involucrarse en un conflicto armado de las magnitudes que conllevaría una guerra con los Irán, no es simple. Aquello se debe, a que implica la evaluación de los posibles costos y beneficios del conflicto. Es necesario examinar las pérdidas materiales y de vidas que generaría, así como también las recompensas que podrían obtenerse a través del mismo, pudiendo estas últimas incluir la terminación absoluta del programa nuclear iraní (se pregunta) o tan solo su retraso momentáneo. Asimismo, Israel debe considerar el resto de las posibilidades a su disposición, siendo la continuación de la actual “guerra entre guerras”, basada en sabotajes específicos tanto a través de explosivos como de virus informáticos, una de ellas: “Esta guerra quirúrgica puede ser una alternativa y sin provocar el precio que tiene un ataque militar”.
En un diálogo que sostuve con el ex jefe de Mossad, Efraim Haleví, me dijo, tu crees que Irán no llegó a tener un arma nuclear hace décadas porque no querían? Hay miles de personas que han actuado para que no se concretara. Irán tiene fronteras de 5000 km y acceso desde el mar de 650 km, muy amplias y que permiten ingresar al país facilmente .
Por otro lado, Cymerman se refiere a la posibilidad de que la problemática iraní se resuelva mediante una rebelión interna; un golpe de Estado de la propia oposición persa que termine con el régimen ayatola instaurado en la Revolución Islámica de 1979. Explica que, bajo la represión del gobierno, en Irán “hay una oposición brutal y cada vez más grande al régimen, compuesta por la mayoría de la población”. Aquello se ve evidenciado en la cada vez mayor recurrencia de manifestaciones populares contra el gobierno. A pesar de ello, el entrevistado se lamenta que el régimen ayatola se encuentra aún muy fuerte y demasiado enraizado en el poder, no pareciendo su caída cercana, motivo por el cual define: “Tenemos que tratarlo como si ese régimen estuviera allí ayer, hoy y mañana”.
Por último, en lo relacionado a los Acuerdos Abraham, Cymerman sostiene que su “potencial es brutal”, habiendo áreas en las que colaborar en “prácticamente todos los campos” incluyendo, salud, alimentación, espacio, innovación y agua entre otros. No obstante, según el entrevistado, no cumplieron las expectativas de muchos empresarios israelíes, quienes esperaban acuerdos multimillonarios, de a grandes cantidades y en el corto plazo. Desarrolla que aquello se debe a una diferencia cultural fundamental entre las partes, la cual deberá ser conciliada a partir de una mutua adaptación: “Tenemos tiempos distintos. Nosotros los israelíes estudiamos todo con el concepto de trimestres […] en el mundo árabe piensan en el concepto de generaciones; nosotros hablamos de objetivos que hay que conseguir a corto plazo, inmediatamente en un año, ellos hablan de dirección”.
Sin embargo, según Cymerman, el mayor potencial de los Acuerdos Abraham no se encuentra en los países que ya los firmaron, sino en aquellos que todavía no lo hicieron y particularmente en uno de ellos: Arabia Saudita. Aquel reino, hogar de las dos ciudades más santas para el islam, la Meca y Medina, sería, la llave de acceso al mundo musulmán. En sus palabras, tal acuerdo abriría la posibilidad de establecimiento de lazos que implicarían a “cientos de millones de personas en países como Indonesia o como Malasia, que son países no árabes, pero si musulmanes, que esperan la luz verde de Arabia Saudita”. En base a ello, declara: “Si esto realmente ocurre, para Israel sería una gran oportunidad. Yo la llamo: la segunda Independencia de Israel”
El periodista analiza también el interesante momento de la política interna de Israel con el nuevo gobierno encabezado por Nafatlí Bennet y una heterogénea coalición de partidos que van desde la derecha a la izquierda incluyendo a un partido árabe. “no lo vienen haciendo nada mal”. Con todo lo logrado en Israel tenemos un problema con la política, batimos un récord mundial también en esto, no puede ser que también en esto tengamos un récord Guinnes y en 2 años hayamos ido 4 veces a elecciones. En lo que hace a la figura de Netanyahu señala que no es bueno que alguien permanezca 15 años en el poder y que es el ex primer ministro (el temor a su regreso) el que mantiene pegado a la actual coalición y gobierno. “El cementerio está llenó de imprescindibles.
Finalmente el periodista nos anticipa un libro biográfico escrito en esta época de pandemia, que sin duda será apasionante “Dialogando con el enemigo” que retrata gran parte de su trayectoria y tarea de décadas.
No deje de escuchar los claros y contundentes conceptos de Cymerman en esta entrevista para guardar y analizar.
Redacción gentileza de Tomás Polakoff