El “Instituto de Inteligencia y Operaciones Especiales”, que nació como Instituto para Coordinación de la Seguridad, es conocido como Mossad, la agencia israelí de inteligencia exterior, fue fundada el 13 de diciembre de 1949. Debía garantizar la existencia de Israel: el pequeño país quería convertirse en un refugio seguro para judíos de todo el mundo. El Mossad se considera un seguro de vida contra un segundo Holocausto.
En este sentido, son interesantes las palabras de David Ben Gurión, primer director del Mossad y primer ministro de Israel en dos etapas: entre 1948 y 1954 y entre 1955 y 1963. Tal y como asegura Ben Gurión, el servicio de inteligencia “constituye la primera línea de defensa” para un estado “que desde su creación ha estado amenazado por sus enemigos”. Es una de las agencias de inteligencia de Israel, responsable de la recopilación de información de inteligencia, acción encubierta, espionaje y contraterrorismo en todo el mundo. La inteligencia y el contraespionaje dentro de Israel, Cisjordania y la Franja de Gaza están a cargo del Shabak.
Siguiendo con el tema, vale la pena destacar estas declaraciones del periodista de investigación israelí Robert Bergman, experto en el Mossad: “Cuando tienes los horrores del Holocausto y el reto de la seguridad, el sentido común solo te da una opción: álzate y mata primero. Y los que te mantienen a salvo, arriesgando sus vidas, son los agentes del Mossad”.
Veamos algo de su estructura, Un katsa es un oficial de inteligencia del Mossad que realiza operaciones de campo. Su función es recabar información y dirigir a los agentes. Normalmente existen unos 30 o 40 katsas, que operan principalmente en Europa y algunos en Oriente Medio. También han operado en menor medida en África y Asia. La mayor parte de la información recopilada por Israel es referida a países árabes. Puesto que es muy difícil operar en estos países, el Mossad recluta a muchos de sus agentes en Europa. Mientras que algunos katsas están destinados permanentemente a algún país extranjero, otros van cambiando de operación en operación, razón por la cual reciben el apodo de ‘saltadores’. El número de katsas es muy inferior al de otros oficiales de inteligencia cumpliendo funciones similares en servicios secretos de otros países. Esto es debido a la existencia de los sayanim, voluntarios judíos no israelíes que proporcionan apoyo logístico a las operaciones en todo el mundo. La mayor parte de los katsas han sido anteriormente miembros de las Fuerzas de Defensa Israelí, a pesar de que el Mossad es un organismo civil.
Los katsas están organizados bajo la the Mossad Head of Operations, en una división conocida como Tsomet (intersección) o Melucha (reino). Se dividen además en tres ramas geográficas: · Rama Israelí: Que incluye las regiones de Oriente Medio, Norte de África, España, y aquellos katsas ‘saltadores’ (que van de una operación a otra). · Rama B: Que abarca Alemania, Austria e Italia. · Rama C: Que comprende al Reino Unido, Francia, Países Bajos y Escandinavia.
El Departamento de Acción Política y Enlace es el responsable de trabajar con los servicios de inteligencia aliados, como los estadounidenses y de los asuntos referidos a aquellos países que no tienen una relación diplomática “normal” con Israel. Además, el Mosad cuenta con un Departamento de Investigación, dedicado a la producción de Inteligencia, y el Departamento de Tecnología que se encarga del desarrollo de aparatos que ayuden en las misiones del Mosad. El 20% de los agentes del Mosad son mujeres.5
El lema del Mosad, be-tachbūlōt ta`aseh lekhā milchāmāh, es una cita de la Biblia (Proverbios 24:6):
Porque con dirección sabia harás la guerra, y en la abundancia de consejeros está la victoria.
El lema fue cambiado en febrero de 2011 por otra cita bíblica del libro de Proverbios (Proverbios 11:14):
Donde no hay buen consejo, el pueblo cae, pero en la abundancia de consejeros está la victoria.
Para tener una idea de su acción veremos algunas de las declaraciones de Yossi Cohen, el director saliente del Mossad, que ofreció detalles sobre algunas de las operaciones más destacadas del país contra Irán.
Entre otras cosas, Cohen, quien recientemente se retiró, tras más de cinco años como jefe del espionaje israelí, habló del robo del archivo nuclear de Irán en 2018, que permitió sacar decenas de miles de documentos fuera del país con destino a Israel.
Cohen también insinuó la participación israelí en la destrucción de la planta nuclear de Natanz, en el centro de Irán, y en el asesinato de Mohsen Fakhrizadeh, el científico más importante del programa nuclear iraní, ocurrido en noviembre de 2020.
Como vimos, Israel no puede descansar, pero tiene en el Mossad a su más activo despertador.