El informe del Observatorio de la Intolerancia y la Discriminación (OIDAC) abarca el periodo comprendido entre 2019 y 2020 y constata un aumento de la intolerancia y la discriminación anticristiana que proviene principalmente de dos vertientes. En primer lugar, desde el lado del Estado: a través de partes de la legislación o de un discurso político hostil que socava las libertades de los cristianos. Y, en segundo lugar, desde el punto de vista individual: a través de la exclusión social y los ataques criminales a los cristianos o a las instituciones cristianas.
La dinámica central que causa la erosión y la restricción de las libertades de los cristianos en los países estudiados se denomina «intolerancia secular». El informe ofrece una visión coherente de los casos estudiados, destaca las tendencias actuales y formula recomendaciones para la práctica.
El informe muestra que los cristianos de los países estudiados son discriminados porque ya no se acepta que un cristiano sea fiel a su fe. Esto puede suponer grandes desventajas en el trabajo o ya durante la educación. Hay vandalismo, ataques antirreligiosos contra iglesias y edificios cristianos, o delitos de odio anticristiano contra personas. A ello se suma la progresiva restricción o impugnación de derechos fundamentales como la libertad de expresión, la libertad de religión, la libertad de conciencia, la libertad contractual o la patria potestad de los cristianos.

