El próximo ciclo lectivo que comenzará en la Ciudad de Buenos Aires el 21 de febrero, presenta ciertas dudas sobre el manejo de la presencialidad en las aulas. Mientras que el gobernador Rodríguez Larreta anunció el lunes pasado que la asistencia presencial a las aulas será total, el gobierno nacional anticipó que iría a poner más restricciones para cuidar el protocolo sanitario.
Leandro Goroyesky, exfuncionario del Ministerio de Educación, actualmente coordinador en una organización que se llama Eco Educativo, se refirió a un comunicado que presentaron sobre el tema de las restricciones para la presencialidad que están anunciando dos provincias argentinas.
Dos jurisdicciones, las provincias de Santa Cruz y Formosa, que ya tienen antecedentes muy negativos por el manejo de la pandemia, especialmente en el tema de la educación, han decidido imponer una especie de pase sanitario escolar, que la comunidad educativa estará obligada a obtener, para poder ingresar a los establecimientos escolares.
El problema surge en una localidad de la provincia de Santa Cruz, en el Chaltén, que por cuestiones climáticas y de distinta índole, las clases comienzan antes que en otros distritos del país. Los padres están preocupados porque para tener ese pase sanitario, los estudiantes deberán tener primera y segunda dosis. Los docentes también ambas dosis, y si no las tuvieren, deberán hisoparse una vez por semana, y llevar el resultado a Supervisión Escolar, con las complicaciones que eso implica, porque en la provincia de Santa Cruz es muy difícil poder hacerse un hisopado, además de que es muy oneroso.
En el caso de Formosa, la situación es más cruda; todos los estudiantes mayores de 13 años deberán contar con el pase sanitario, de lo contrario, aparentemente, pasarían al formato virtual.
Lo que plantea Eco Educativo es muy concreto. Dado que la vacuna no se encuentra establecida en el Plan de Vacunación Nacional, que no hay una ley que la exija, esta no es obligatoria. Entonces no se le puede exigir a los estudiantes tenerla, no se les pueden vulnerar los derechos. Lo mismo ocurre con los docentes porque, de hecho, el artículo 19 de la Constitución Nacional lo marca claramente. Establece que todos lo que habitamos la nación, no podemos estar obligados a hacer lo que la ley no manda, ni vedar aquello que la ley no prohíbe taxativamente, por lo cual hay una vulneración de derechos.
Sostiene que, en todo caso, el gobierno nacional debería tomar la decisión política de establecer la vacuna en el calendario como una ley en el Congreso Nacional y declarada obligatoria, o buscar las formas para que toda la comunidad educativa pueda acceder a un servicio tan básico como es la educación.
“No somos antivacunas ni mucho menos”. Por el contrario, indicó que “se ha demostrado que la vacuna es la mejor forma que la humanidad ha descubierto para disminuir los contagios, bajar la mortalidad, aplacar la aparición de nuevas cepas”. Por ello, instan al gobierno nacional y al de las diferentes jurisdicciones a acercar la vacunación a toda su comunidad educativa y a sus familias. A su vez, reclaman al gobierno nacional, para que una vez por todas efectivicen los mecanismos legales para que todas las vacunas tengan la aprobación definitiva y estén enmarcadas en el calendario obligatorio.
Llama la atención que estas dos provincias cuyos gobernadores tienen una muy baja imagen en la ciudadanía, tomen semejante decisión. A ello añadió el educador que especialmente en la provincia de Santa Cruz, hace ya casi cinco años, hay enormes problemas con la presencialidad educativa: En los dos últimos años por la pandemia, cuarentena y cierre de establecimientos escolares. Y años anteriores, por el conflicto gremial entre el gobierno provincial y los sindicatos docentes, por lo cual, los estudiantes tuvieron el ciclo educativo más corto de la Argentina y del continente americano. Y con ello, una vulnerabilidad en el proceso enseñanza – aprendizaje que es realmente muy preocupante.
Y, en el caso de Formosa, indicó que, como se ha visto claramente, “el manejo de la cuarentena ha sido espantoso”, y eso ha impactado de lleno en las escuelas. Formosa fue la última jurisdicción en regresar a la presencialidad, con mucha resistencia, después de una presión enorme de los docentes, con maltrato que sufrieron los docentes que eran llevados a hisoparse de manera obligatoria, y, que, si les daba positivo, eran encerrados en esos “hospitales calabozos”. “Nosotros denunciamos un montón de casos de docentes de la provincia que fueron maltratados por las autoridades”. No me sorprende lo de estas provincias, son dos jurisdicciones que siempre actúan con desproporción, en desmedro de la educación pública, de la presencialidad, de la calidad enseñanza – aprendizaje. Son dos jurisdicciones en donde las evaluaciones, que se hacen en forma constante, gracias a la presión de la comunidad educativa, tuvo los peores resultados.
Acerca de un posible escenario similar en la provincia de Buenos Aires, el especialista dijo que “no le extrañaría”, que espera que no, pero que aún no hay información oficial, pero que sí hay preocupación en la comunidad educativa sobre la hipotética implementación de un pase sanitario para estudiantes y docentes. “Esperemos que prime la cordura del gobernador Kicillof, de Sileoni, Director General de escuelas, quien ha dicho públicamente, que él está asegurando una plena presencialidad en las escuelas. “Esperemos que la influencia del ministro Kreplak no altere su decisión”, dijo.
El 2 de marzo comienzan las clases en todo el país, salvo en la ciudad de Buenos Aires y en Corrientes que lo harán el 21 de febrero con la intención de recuperar los días perdidos por la pandemia. Aclaró que en la provincia de Santa Cruz solamente en el Chaltén comenzaron ya las clases con el pase sanitario, y que padres y la comunidad organizada se encuentran protestando por esta decisión, porque no esta no deja comenzar con normalidad el ciclo lectivo en la provincia de Santa Cruz.
Por último, acerca de la posición de la Ciudad de Buenos Aires y la decisión de eliminar los protocolos, Goroyesky dijo que la Ciudad ha demostrado, a través de la articulación del Ministerio de Salud con el Ministerio de Educación, que todas las decisiones que toma son en función de una evidencia empírica, y que de hecho, ya en la Ciudad de Buenos Aires, para los niños más pequeños, se había eliminado la obligatoriedad del uso del barbijo, y el esquema de burbujas se había flexibilizado. “Se está cristalizando algo que había comenzado parcialmente el año pasado y que había traído buenos resultados”, expresó.
“Por la experiencia de recorrer escuelas, y en lo personal como padre de hijos en edad escolar, vemos que las escuelas son espacios seguros donde se respetan las normas que establece cada institución. Por eso creo que hay que respaldar la decisión de la Ciudad de Buenos Aires. Esperaremos resultados, que seguramente serán positivos.