La crisis de Ucrania está acaparando la atención de las principales potencias mundiales: Estados Unidos, Rusia y China. E Irán se está aprovechando.
¿Por qué Rusia invade Ucrania?
La pregunta constante y continua de si Rusia invadirá Ucrania está retrasando la finalización de un acuerdo nuclear con Irán.
Ha distraído por completo a la Administración Biden del tema nuclear iraní y ha perjudicado el diálogo entre Washington y Moscú en todos los ámbitos.
Pero es posible que el actual gobierno de Israel ni siquiera esté molesto por el retraso de un acuerdo.
Cuanto más se pospongan los desarrollos sobre un acuerdo nuclear, más presión recae sobre Jerusalén para que sea proactiva en las esferas cibernética, encubierta o militar para detener ese progreso. Con todos sus aspectos negativos, un acuerdo le daría al estado judío un respiro temporal en esos temas.
¿Qué papel juega Ucrania en todo esto?
Estados Unidos ha señalado que está listo para un acuerdo desde hace varios meses.
Aunque la República Islámica ha tratado de hacerse la tímida, también ha insinuado que está lista, una vez que haya ordeñado las últimas concesiones nuevas de Occidente que pueda obtener.
Lo más probable es que el acuerdo se reanude solo cuando Teherán sienta la presión nuevamente.
La teoría corriente era que esto sucedería a fines de enero o principios de febrero. En ese momento, el director general de la OIEA, Rafel Grossi, podría haber emitido un informe trimestral, instando al líder supremo iraní, el ayatolá Khamenei, a acercarse cada vez más a un acuerdo.
Esto, junto con el progreso nuclear iraní desde principios de 2020, fue parte de por qué el equipo de Biden dijo que solo quedaban “semanas” para llegar a un acuerdo en los últimos dos meses .
Dos factores han llevado a Teherán a cooperar y cambiar de posición en 2021-2022:
Rusia y China
Rusia y China mantienen a flote a Khamenei, tanto militar como económicamente, a pesar de las sanciones de Estados Unidos.
Entonces, cuando se les acaba la paciencia y quieren progresar, casi tiene que cumplir. Esta fue una lección que aprendió después de que el ex presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad trató de ignorar a los dos y pagó con las sanciones globales del Consejo de Seguridad de la ONU que pusieron de rodillas a los ayatolás.
Esa presión es menor ahora porque todos los problemas entre Estados Unidos y Rusia han sido superados por la crisis de Ucrania.
Si, hasta hace poco, las grandes potencias podían compartimentar diferentes crisis y desacuerdos en diferentes partes del mundo, eso ya no es una posibilidad.
Entonces, es posible que Moscú no intente ayudar a resolver la crisis nuclear iraní tan rápido como pueda.
La crisis de Ucrania
Rusia y EE. UU., como actores individuales, están más distraídos por la crisis de Ucrania y simplemente no pueden poner tanta energía en otra cosa mientras se miran el uno al otro más allá de la frontera con Ucrania.
Obviamente, el retraso es temporal. Las próximas reuniones de la Junta de Gobernadores del OIEA están inamovibles del 7 al 11 de marzo.
Grossi puede retrasar su informe hasta que esté más cerca de esa reunión, pero tiene que estar listo para cuando comience la reunión.
La Junta debe decidir entonces si condenar a Irán e informarlo al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas o no, debido a algunos nuevos avances.
Entonces, al final, Ucrania está retrasando un acuerdo (o una explosión y una nueva crisis con Irán), pero probablemente solo por un período de semanas a un mes.
A mediados de marzo, la pista de retraso probablemente se habrá agotado.
Fuente: The Jerusalem Post