Mario Ruschin es un conocido dirigente, de vasta trayectoria comunitaria, que hoy es candidato por una de las listas que se presentarán en las próximas elecciones de Amia que tendrán lugar el domingo 10 de abril de 2022. Encabeza la lista de la agrupación Una Amia, quien, en caso de que obtengan la mayoría, o la primera minoría, se convertiría en el Presidente de la Mutual Judía para la próxima cadencia.
El dirigente comentó en diálogo con El Resaltador conducido por Diego Huberman que Una Amia es un espacio de participación comunitaria, integrado por una nueva dirigencia, con el respaldo de más de cuarenta instituciones, y explica que la idea del espacio político, es que la AMIA no represente a un solo sector, sino al conjunto de la comunidad. Proponen que sea plural, inclusiva, un espacio en donde la mujer tenga un rol representativo, que brinde apoyo a las escuelas de la Red escolar judía, a las familias que tienen dificultades para que sus hijos continúen en las escuelas de la Red, que sea equitativa con la asignación del presupuesto, sobre la base de estudios programáticos. “Tenemos muchas ideas, y vemos que tenemos mucha aceptación dentro de la comunidad judía, y en especial dentro de los socios de AMIA, quienes son en definitiva los que definen las elecciones”, declaró.
Para poder votar -explica Mario- se deberá contar con un año de antigüedad como socios, y en caso de adeudar cuotas, podrán ponerse al día abonando 510 pesos, sin importar el monto de lo adeudado.
Acerca de por qué un empresario, con su vida consolidada, desarrollada, quiere ser presidente de Amia, Ruschin reveló: “Hay momentos históricos en la vida de cada uno, en que se presentan estas oportunidades, Mis compañeros y compañeros me lo pidieron, y yo lo acepté gustosamente”. Y añadió que, quienes confiaron en él, vieron a alguien con una gran trayectoria comunitaria, dado que fue Presidente de la Comunidad NCI- Emanuel por dos períodos, Secretario de Fundación Judaica, Tesorero de DAIA, durante la presidencia de Ariel Cohen Saban y Alberto Indij y también de la Asociación de Amigos de DAIA. Pero señaló que cree que lo que vieron en él especialmente fue a alguien que puede sentarse a una mesa con quien sea, que puede discutir, escuchar, dar su opinión, tratar de construir puentes de consenso para el bienestar de la gente, de la comunidad judía y sobre todo para los socios de la AMIA.
Sobre qué es lo primero que haría si llegara a ser presidente, Ruschin indicó que lo que debe hacerse como primera medida es terminar de conformar la Comisión Directiva, dado que el modo es participativo; es una Asamblea Electoral que determina los porcentajes de cada agrupación política obtenga. Lo que haría luego, sería trabajar con el staff profesional de la Mutual para que lo orienten, pueda conocer los planes, y con ello ver lo que le gustaría modificar, adaptar. Sostiene Ruschin que la AMIA necesita un recambio. “Es una conducción que está agotada” afirmó, pero aclaró que tanto de él como desde su espacio, la idea no es estar en contra de la Ortodoxia, sino ser una alternativa superadora que los incluya.
La agrupación Una Amia está conformada por partidos políticos como Plural Jai, y Amia de Todos; escuelas, instituciones socio- deportivas, organizaciones sionistas; un abanico muy amplio de dirigentes comunitarios que activan en diferentes lugares, lo que brinda un aporte importantísimo desde su visión para conducir la AMIA en un futuro.
Una Amia realiza conferencias, encuentros, visitas a diferentes centros comunitarios. Justamente, el último fin de semana estuvieron en Miramar, lugar elegido por muchos integrantes de la comunidad judía para vacacionar, y allí pudieron ver, luego de conversar con la gente es que “la AMIA está muy lejos de sus socios”.
“Queremos acercar a la AMIA a sus socios. La conducción actual no representa a la gran mayoría de la comunidad judía en la Argentina”, expresó. Y enfatizó en que la AMIA es una mutual radicada en Capital Federal con injerencia en el Gran Buenos Aires, que lógicamente, puede ayudar a instituciones del interior del país, pero que no hay que apartarse de los aspectos fundacionales que siempre tuvo la AMIA, que como mutual, tiene que responder a sus socios, debe dedicarse a la educación, a la asistencia social, al ritual, que por otra parte, indicó, no está estipulado en los estatutos, que el culto deba estar en manos de la Ortodoxia, que solo está estipulado allí el tema del ritual en los cementerios.“Creo que el Culto tiene que ser una convivencia entre todas las corrientes religiosas. Por eso vamos a trabajar no excluyendo a la Ortodoxia, sino sumándola, pero desde una actitud mucho más diversa, para que todos los socios de la Amia se sientan representados”.
Sobre la razón de que la Ortodoxia lleve la conducción de la Mutual desde hace varios años, cuando en la historia de la institución siempre habían sido minoría, el dirigente precisó que hace unos quince años, el BUR (Bloque Unido Religioso) fue primera minoría, y en ese momento, la primera minoría conducía la institución. Hoy en el Padrón Electoral, que va a estar a disposición de todos los partidos políticos de participación comunitaria desde la semana próxima, hay 21 mil socios con derecho a voto. Desde Una Amia estiman que, de esos socios, podrá haber cinco mil o seis mil personas de gente vinculada con la Ortodoxia, por lo cual, matemáticamente hay muchos más socios que no comulgan con la visión ortodoxa.
Ruschin quiso destacar que la AMIA nunca había sido una institución religiosa, y que a partir de la conducción del BUR, hicieron de la cuestión del Culto un tema central de manera dogmática. “Eso es lo que nosotros queremos corregir y creo que lo vamos a lograr”, dijo. Aseguró que la plataforma de Una Amia tiene mucha aceptación en la gente, que lo pudieron ver en sus diversos recorridos, con el gran grupo de askanim (voluntarios) que lo acompaña, por supuesto con la inserción de la mujer. “Hoy la mujer no está presente en la AMIA, creo que hay una sola en la conducción, sin voz ni voto. Y nosotros queremos que la mujer participe activamente y tenga cargos centrales en la AMIA”.
“Invitamos a todos los socios que el 10 de abril vengan a votar, es un acto democrático, para la vida de la AMIA y de la comunidad judía en general”, dijo. Y completó: “Hay muchísimo para hacer, y tenemos la percepción de que vamos por el camino correcto”.
Redacción gentileza de Cita Litvak