David Broza, cantautor israelí, dialogó con Radio Jai sobre su último álbum, Tefilá, su primera incursión en la liturgia judía.
El Emanu-el Temple de New York, la sinagoga más grande de esa ciudad y una de las más grades de los Estados Unidos, me convocó a ponerle nuevas melodías a las plegarias. En un principio pensé que yo no era el adecuado, pues no soy un judío religioso “observante”. Luego, pandemia mediante comencé a componer, mi esposa Nili escuchó desde el otro cuarto la melodía de “Hadlakat Ner” el encendido de las velas sabáticas y le encantó. De ahí en más durante 14 días fui tomando cada día otra plegaria a la que le incorporé ritmos muy diversos.
Para mi el idioma hebreo y la poesía son únicos. Me conecté con la belleza de la misma.
Cuando finalmente me decidí a hacerlo pensé en una obra musical como la “Misa Criolla” de Ariel Ramirez, que escuché desde los 15 años cada sábado en Israel y España junto a mis amigos.
Esta experiencia me reconectó con mi padre que nació en Inglaterra y era de Alemania y venía de una familia religiosa a diferencia de mi madre una típica israelí secular. Cuando joven, como típico chico israelí, tenía discusiones con mi padre que quería que yo fuera la a sinagoga o cantara el kidush. A los 16 años en Inglaterra estuve en un internado religioso y miré el Sidur como un israelí que lo estaban forzando y mira ahora a mis 66 me encuentro con este trabajo tan bello con la poesía tan profunda, que me reencuentra con mi padre.
Hemos acordado con el Emanu-El Temple que durante los próximos 9 meses haré (Kabalat Shabat) cada primer viernes de cada mes el concierto en la sinagoga.
Por primera vez combiné palabras de oración tradicionales y antiguas junto con nuevas melodías y arreglos orquestales especiales!
En este proyecto emprendí un viaje del servicio Kabbalat Shabbat. Me enamoré de las escrituras hebreas escritas hace tantas generaciones, y les di una nueva interpretación de alguien que nació y se crió en Israel.
Estas oraciones fueron escritas mucho antes de que Israel fuera fundado, y mucho antes de que la cultura de la lengua hebrea, mi lengua materna, se generalizara.
El trabajo es el fruto del encuentro con Omer Avital, 22 músicos y 25 miembros del conjunto Moran en Israel que grabaron conmigo este maravilloso álbum.
Yo quiero llevar esto a una Catedral, al Vaticano, y que puedan disfrutar como yo de la Misa Criolla, de la belleza de nuestra liturgia que es tan antigua, pero se recrea con melodías nuevas.
Escuche la emocionante nota con David Broza. La liturgia eterna en nuevas y muy bellas melodías cantadas por unos de los artistas emblemáticos de Israel.