Por Sal Emergui
Policías israelíes se enfrentan a participantes del cortejo fúnebre de Shireen Abu Akleh que murió este miércoles en Jenin donde hoy se han reanudado choques armados.
Miles de palestinos han participado en el funeral de la periodista de la cadena Al Jazzera, Shireen Abu Akleh, marcado por la tensión, indignación y algunos enfrentamientos con policías israelíes en Jerusalén Este. Mientras, Israel y la Autoridad Nacional Palestina (ANP) se lanzan acusaciones en torno a su muerte -e investigación- el pasado miércoles cuando cubría una redada en Yenín. En esta zona del norte de Cisjordania, un agente de la unidad antiterrorista de la Policía israelí ha muerto este viernes en nuevos enfrentamientos armados con milicianos de la Yihad Islámica.
En el epicentro de la polémica, la investigación sobre el origen de la bala que acabó con la vida de la conocida y veterana reportera. Mientras el liderazgo palestino, al igual que Al Jazzera, acusa a los soldados israelíes de lo que llama “asesinato a sangre fría” , Israel señala que su informe militar inicial no puede establecer si Abu Akleh fue alcanzada por alguno de sus soldados o por milicianos durante el intercambio de disparos en el campo de refugiados de Yenin y lamenta que la ANP haya rechazado cooperar en una investigación conjunta.
La tensión de los últimos días se tradujo en enfrentamientos en el exterior del Hospital St. Joseph en Jerusalén Este donde estaba su cadáver hasta su entierro en Jerusalén Este. Policías israelíes cargaron con porras contra participantes del cortejo fúnebre que llevaban banderas palestinas. El ataúd de Abu Akleh casi acaba en el suelo.
Mientras los palestinos denunciaron “el ataque de los agentes ocupantes” en el inicio de la marcha fúnebre, la Policía israelí afirma que antes de esos momentos “alborotadores comenzaron a arrojar piedras contra policías desde la plaza del hospital francés, y los policías se vieron obligados a actuar”.
Para los miles de palestinos que han querido acompañar a una de sus periodistas más admiradas en su último camino hasta el cementerio cristiano de Jerusalén, no hay duda sobre quién fue el responsable de la muerte.
“La ocupación israelí es la única responsable del asesinato. Shireen logró entrar en el corazón de los palestinos y era la voz de muchos”, ha afirmado la abogada y ex portavoz de la OLP, Diana Buttu, a la cadena Al Jazzera que, desde el primer momento, ha acusado a Israel de la muerte de la periodista. El multitudinario funeral se ha convertido también en un acto de reivindicación palestina en Jerusalén Oriental, ocupada por Israel en la guerra del 67.
24 horas antes, Abu Akleh recibió el homenaje oficial de la ANP en la Mukata de Ramala. Tras definir a la periodista como “mártir de Jerusalén y de la verdad y símbolo de mujer palestina y periodista luchadora”, el presidente de la ANP, Abu Mazen, ha rechazado la petición israelí de investigar su muerte de forma conjunta.
“Rechazamos una investigación conjunta con las autoridades de la ocupación israelí porque ellos cometieron el crimen y porque no confiamos en ellos”, ha declarado antes de confirmar que llevará el caso a la Corte Penal Internacional. La ANP ha anunciado que llevará a cabo una investigación independiente y entregará sus resultados a Catar (propietaria de Al Jazzera) y Estados Unidos (la periodista también tenía su nacionalidad). Según diversos medios locales, Washington presiona a la ANP para que colabore con Israel en la investigación, incluyendo la entrega de la bala.
“Quien no tiene nada que esconder, coopera para saber la verdad. Es muy sospechoso que los palestinos no deseen una investigación conjunta”, respondieron varios ministros israelíes mientras el jefe del Gobierno, Naftali Bennett, ha pedido a la ANP “que se abstenga de interrumpir o contaminar la investigación que debe ser llevada a cabo conjuntamente por Israel y los palestinos. Por desgracia, se niegan a ello”.
Tras denunciar que su país fuera acusado “de forma inmediata y sin pruebas”, Bennett ha señalado este miércoles que es “posible que la periodista fuera alcanzada por los terroristas palestinos”, aunque ha aclarado que deben esperar al resultado de la investigación. Hoy, la posición israelí es más cautelosa. El Ejército israelí admite que, sin poder analizar la bala para saber a qué arma pertenece, “no es posible determinar inequívocamente el origen del disparo que alcanzó y mató a la Sra. Abu Akleh”. Asimismo, apunta a que se encontraba en una zona de combate no muy lejos de los soldados y milicianos en Yenin.
La investigación militar inicial presentada este viernes ofrece dos posibilidades. “Cientos de balas fueron disparadas por palestinos armados desde varios lugares incluyendo docenas contra vehículos militares que también es la dirección en la que se encontraba la Sra. Abu Akleh, lo que hace que esta sea una posible fuente de los disparos que la alcanzaron y mataron”, ha indicado el Ejército antes de apuntar a otra opción: “El disparo de un soldado desde un orificio de tiro de su vehículo que respondía a un palestino que le disparó múltiples ráfagas”.
Según el Ejército, dicho vehículo se encontraba a unos 200 metros de Abu Akleh. El productor de Al Yazira, que ha resultado herido, ha acusado a los soldados de matar a Abu Akleh “a sangre fría”.
Dos días después de la incursión en Yenin que acabó con el intercambio de disparos y la muerte de la reportera, efectivos de una unidad de élite del Ejército y la Policía volvieron hoy a esa zona para detener a varios miembros del brazo armado de la Yihad Islámica.
Como en las anteriores redadas, se encontraron con la oposición armada de palestinos que lograron matar a un policía israelí. Asimismo, 11 palestinos resultaron heridos y otros cinco fueron detenidos en la redada. Yihad Islámica ha reivindicado esta tarde los disparos que acabaron con la vida del veterano agente de la unidad YAMAM de la Policía israelí.