“Los planes para la procesión fúnebre de Shireen Abu Akleh fueron coordinados de antemano por la Policía israelí con la familia. El viernes, unos 300 tumultuosos llegaron al hospital Saint Joseph de Jerusalem e impidieron que miembros de la familia carguen el féretro en el carro fúnebre para viajar hacia el cementerio, tal cual había sido planeado y coordinado con la familia de antemano. En lugar de ello, la muchedumbre amenazó al chofer del carro fúnebre y procedió luego a cargar el ataúd en una procesión no planeada hacia el cementerio, a pie. Eso contradecía los deseos de la familia Abu Akleh y la coordinación de seguridad que había sido planeada para garantizar la seguridad de una gran cantidad de participantes en el funeral”.
Más de 10.000 palestinos se presentaron para presentar sus respetos a Abu Akleh durante el largo y tenso funeral del viernes que recorrió Jerusalén desde Sheikh Jarrah hasta el cementerio del Monte Sión. Pero el día se vio empañado por escenas de policías golpeando a dolientes palestinos que llevaban su ataúd en el Hospital St. Joseph.
En imágenes de la escena, los palestinos cargaron su ataúd en un intento de formar una procesión improvisada a pie. Después de un breve enfrentamiento, durante el cual algunos palestinos arrojaron objetos a la policía, los oficiales corrieron hacia la multitud, golpearon a los dolientes y dispararon granadas de aturdimiento contra la multitud. Bajo el ataque de la policía, los portadores del féretro casi tiraron el ataúd de Abu Akleh.
La violencia provocó una condena internacional generalizada. Posteriormente, la policía israelí dijo que había actuado contra “300 alborotadores” que tomaron violentamente el ataúd, atacaron a los policías y trataron de marchar a pie hacia la Ciudad Vieja, violando los deseos de la familia.
“La policía israelí intervino para dispersar a la multitud y evitar que se llevaran el ataúd, para que el funeral pudiera proceder según lo planeado de acuerdo con los deseos de la familia”, dijo la policía de Israel en un comunicado el viernes por la noche.
Cuando se le preguntó si tenía un mensaje para el público israelí, Abu Akleh dijo que esperaba que la muerte de su hermana pudiera ser una oportunidad para que israelíes y palestinos alcanzaran la paz, “a pesar de lo amargo y doloroso que es para los palestinos y para todos”.
“Le pido al pueblo israelí que vea esto como una oportunidad para la paz. El pueblo palestino quiere la paz, aspira a la paz. Este sentimiento debe ser compartido”, dijo Abu Akleh.
Abu Akleh culpó a la derecha israelí por el estancamiento entre israelíes y palestinos y dijo que se había vuelto cada vez más extremo.
“Espero que los israelíes cambien la forma en que ven al pueblo palestino. Nosotros, los palestinos, también queremos la paz. Queremos vivir en paz”, dijo Abu Akleh.
“Deseo que esto sea un nuevo comienzo de una nueva era en nuestro país y en el Medio Oriente”.