Rafael Rincón, periodista radicado en Chile, comentó a los oyentes de Radio Jai sobre la situación política del gobierno de Gabriel Boric, en medio de una crisis económica y de legitimidad del dirigente.
“Siempre existe en los nuevos gobiernos el periodo que se llama ‘luna de miel’, sin embargo ese periodo no ha existido en Chile”, explicó, “rápidamente las expectativas con respecto al gobierno de Boric se han ido desinflado”. Aquello se ve reflejado en los resultados de las estadísticas, que arrojaron un “61% de desaprobación, algo que ningún otro presidente ha experimentado en sus primeros días”.
Según entiende el entrevistado, la mala imagen del presidente se debe a su decepcionante gestión: “Ha sido un aterrizaje en La Moneda, el palacio de gobierno chileno, con muchos desaciertos, con muchas situaciones incómodas, con ministros que han cometido errores bastante llamativos”.
Asimismo, Rincón desarrolló que el apoyo por el presidente cayó fuertemente debido a su carencia de bases propias: “Aparentemente lo que ha ocurrido acá es que el votante chileno votó en contra Kast y no a favor de Boric”, lo cual fue producto a una campaña que extendió temor de que “Kats llegara al gobierno como un potencial dictador de extrema derecha”. El haber llegado al poder “con una importante cantidad de votos prestados”, condenó a Boric a ser criticado por todo el espectro político: “La izquierda más radical no está completamente contenta con Boric […] la centro izquierda democrática, que tuvo alguna esperanza en ese Boric socialdemócrata, ven que eso en realidad no es así”, también la derecha, de donde ya se esperaban las críticas, siguió con su rol esperado.
En la misma línea, explicó que Boric atravesó un cambio de imagen poco genuino durante su campaña, lo cual también tuvo un impacto negativo producto de las decepciones que aquello generó entre sus electores: “Hizo un cambio de la primera a la segunda vuelta. El Borich radical de la primera vuelta se transformó en un socialdemócrata europeo, y ahora eso está cobrando la cuenta”.
Destacó que “tanto Boric como el otro proceso que están dando que es el de reforma constitucional, están muy desmarcados de la población”, agregando: “Estamos viendo niveles de inseguridad y hechos delictivos que nunca habíamos visto en Santiago […] y todo Chile”. Asimismo, el país se encuentra atravesando una altísima inflación, con tasas de 10,5% interanual, que no está pudiéndose ser controlada por el gobierno.
El descontento producto de “esa distancia que existen entre las prioridades del gobierno y las prioridades de la ciudadanía”, se ve incrementado debido a que durante su campaña electoral, los políticos del actual oficialismo “habían creados expectativas muy grandes, habían dicho que una vez que llegaran al gobierno iban a solucionar todo, que era solo cuestión de actitud política”.
Del mismo modo, según Rincón, el gobierno de Boric no está tomando la actitud correcta con respecto al proyecto constitucional que está llevando a cabo el país: “No se ha desmarcado de esto como algo que está funcionando para tener una constitución independiente del gobierno […] lo ha tomado como parte de su iniciativa”. “No sabemos si es una constitución o un programa político” determinó. Aquello se debe a que en ella priman la “agenda indigenista y la agenda de la izquierda radical”. “No luce como la constitución para una república normal, sino como un programa político de extrema izquierda”.
Redacción gentileza de Tomás Polakoff