Una nueva biografía de Mercedes Sosa, la gran cantante folklórica argentina, acaba de ser lanzada en Buenos Aires e incluye una conmovedora referencia al atentado contra la embajada de Israel, que el 17 de marzo de 1992 dejó veintinueve muertos en la capital del país sudamericano y se encontraba a pocos metros de su residencia.
El libro fue escrito por Álvaro Rufiner, un “amigo y confidente” de la cantante, que publicó un fragmento de la obra.
Según precisó el periódico, la biografía -que es parte de una colección de Cuadernos de Música de Tucán Ediciones- trae también una entrevista del 2001 y un breve texto de Tita Parra, la nieta de la chilena Violeta Parra.
“Mercedes escuchaba música sin parar, siempre nueva, de todo el mundo y así intentaba descifrar por dónde seguir, qué cantar, cómo”, escribió Rufiner en su libro sobre la célebre artista, fallecida en el 2009.
“Cada madrugada, encerrada en su cuarto -continuó-, escuchaba hasta el cansancio grabaciones que le llegaban de cualquier lugar del mundo, buscando temas nuevos para su repertorio”.
Se trató de “un nuevo motivo para que ella dijera que el único camino posible es la paz”, indicó el autor.
“El infinito silencio posterior” es lo que “define a una tragedia”
En cuanto al ataque terrorista, rememoró que las ventanas de la casa de Sosa “quedaron pulverizadas cuando volaron la embajada de Israel”.
“Fue terrible, terrible -dijo Sosa, según el relato de Rufiner-. Tras el estallido, recuerdo haber visto a chicos que deambulaban con la mirada desorbitada, mudos. ¿Sabe qué define a una tragedia? El silencio posterior, el infinito silencio“.
La recordada intérprete de clásicos latinoamericanos como “Gracias a la vida”, de Parra, o “Sólo le pido a Dios”, de León Gieco, visitó varias veces Israel, adonde -increíblemente- encontró a una de sus tías.
Mercedes, nacida en 1935 en la norteña provincia argentina de Tucumán, había llegado por primera vez a Israel en 1980 para una serie de recitales.
Al enterarse de la visita, su tía Rebeca Mozes, con quien había perdido el contacto, la buscó afanosamente, comenzando por el hotel donde se alojaba la cantante.
Después de varias idas y vueltas, pudieron hablar por teléfono y reconocerse.
“¡Tía, tía, tía! No sabes cómo te estaba buscando, ¿qué haces en Israel?”, le preguntó Mercedes a Rebeca, según recordó en el 2001 un relato de la Biblioteca Nacional, en Jerusalén.
Fuente: Israel económico