El Dr. Pablo Rozic, jefe de psiquiatría del CEMIC, comentó a los oyentes de Radio Jai sobre la misión humanitaria que coordina, que partirá el día de hoy hacia Polonia para proveer de ayuda médica a refugiados ucranianos.
La misión humanitaria “surge por la dramática situación que están viviendo decenas de miles de refugiados que huyen de una guerra delirante”, con el objetivo de “aportar aunque sea un pequeño grano de arena en medio de toda esa devastación”, explicó.
Desarrolló que el contingente de médicos voluntarios argentinos partirá hacia Polonia en el contexto de un convenio de “cooperación académica, científica y tecnológica” con el Hospital Hadassah de Jerusalem. Los médicos argentinos reemplazarán a un equipo del hospital jerosolimitano que se encuentra trabajando en el centro de acogida de refugiados en Przemyst, cerca de la frontera con Polonia. Detalló que “dado al impacto emocional que estas situaciones generan en el equipo médico, las rotaciones son de tiempo acotado”, tienen una duración de dos semanas, en las que los equipos trabajan durante turnos de 12 horas. Se basa en “cuidar a los otros y cuidarnos a nosotros también como equipo”, sintetizó Rozic.
El equipo argentino se encuentra conformado por cuatro médicos del CEMIC: “Viaja una pediatra, dos médicos de familia y un psiquiatra”. Explicó que se trasladarán hasta el centro de refugiados en Polonia en un vuelo humanitario patrocinado por Enrique Piñeyro: “Piñeyro va hasta Varsovia, donde nosotros bajamos […] y vuelve al día siguiente trayendo refugiados a la Argentina”.
Por último, Pablo Rozic comentó acerca de su experiencia personal: “Yo me formé e hice toda mi residencia en Hadassah, también estuve en la Tzavah donde completé mi curso de oficial durante la Guerra del Líbano”. Por ello remarcó: “He pasado por la experiencia de tener que asistir en persona en situación de guerra, tanto soldados como civiles”.
Con su llegada, espera encontrarse con “mucha gente en estado de shock, de desconcentración, de muy poca certeza”. “Tengo la impresión de familias cercenadas, cortadas, de muchos chicos haciéndose preguntas sin respuestas”, lamentó.
Redacción gentileza de Tomás Polakoff