“Rabino Moshé, si le place, ¡nos gustaría que resolviera este problema!”. Pidió Koraj el hijo de Yitzjar, que era primo-hermano de Moshé. En frente de él había 250 hombres vestidos con prendas azules de cuatro puntas. “¿Debemos poner tzizit con el hilo azul en este tipo de prenda?”, preguntó Koraj, haciendo ver que ya eran completamente azules.
“Tiene cuatro puntas, ¿cierto?”, contestó Moshé de manera afirmativa.
Ante esto, todos los 250 hombres se rieron a carcajadas: “Si la prenda es de cualquier otro color, un hilo azul cumple la obligación”, dijeron los hombres de Koraj, “entonces, ¿por qué una prenda azul no queda liberada de la obligación?”.
Luego Koraj continuó: “Otra pregunta, Rabino Moshé. ¿Un cuarto lleno de Torot, necesita una Mezuzá en su puerta?”.
“Definitivamente”, respondió Moshé y nuevamente la multitud se rió: “¡Si un pequeño pergamino puede liberar a un cuarto de su obligación, ciertamente un cuarto lleno de rollos de Torá debe ser suficiente!” (Midrash).
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Rebelión en el Desierto
Nuestra parashá cuenta la historia de la primera rebelión. Koraj un gran hombre, pero sumamente ambicioso, se atrevió a desafiar el liderazgo de Moshé. Es importante aclarar de qué cosa “no” se trataba esta rebelión. A pesar de que Koraj buscaba quitarle el poder a Moshé, él nunca negó que Moshé los hubiera sacado de Egipto, ni que hubiera abierto el Mar Rojo, ni que hubiera bajado las tablas ni que fuera un gran profeta. Estos hechos eran de conocimiento popular en esa época y eran imposibles de negar. Koraj sólo afirmaba que no todo lo que decía Moshé venía directamente de Dios.
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Agitador De Multitudes
Koraj, de la familia de Kehat, se unió a sus vecinos de la tribu de Reuven, (llevando al Talmud a exclamar: “¡Desgracia para el malvado y desgracia para su vecino!”) que estaban enojados por que su tribu había perdido el privilegio de ser considerados los “primogénitos”. Además, los 250 hombres a los que nos referimos anteriormente eran malhumorados “hijos primogénitos” que habían perdido su estatus después del Becerro de Oro.
A pesar de que dicen que la política forma extrañas parejas, esta era una coalición bastante peligrosa, cada uno con su propia hacha para destruir. Dice el Talmud que Koraj también tenía una segunda intención. Él estaba celoso de Elitzafan, el hijo de Uziel, que había sido nombrado príncipe de la familia de Kehat.
El razonamiento de Koraj fue el siguiente: El hermano mayor Amram tuvo dos hijos, Aarón y Moshé en posiciones de alto liderazgo. El padre de Koraj, Yitzjar, era el siguiente en la línea de Amram, entonces Koraj (como hijo primogénito de Yitzjar) debía haber recibido la siguiente posición disponible, que era la de príncipe. Pero en vez de eso, fue saltado y resultó elegido Elitzafan (el hijo del hermano menor, Uziel).
¡El plan de Koraj era anular los nombramientos de Moshé para tener la oportunidad de convertirse en príncipe! Entonces empezó a agitar a la multitud, declarando que Moshé estaba actuando por su propia cuenta y que estaba asumiendo todo el poder para si mismo.
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Cumplir con Tu Obligación
Koraj desarrolló una filosofía que todavía es común hoy en día. Koraj alegó, “Toda la congregación es santa, entonces, ¿por qué ustedes se elevan por sobre la nación de Dios?” (Números 16:3) (De hecho, todos los judíos “deben ser santos”, como vimos la semana pasada – “Deben ser santos” (Números 15:40) – pero la nación aún no alcanza el nivel de santidad que Dios espera. El libro de Números es una larga historia de la distancia entre la que el pueblo estaba y donde se suponía que debía estar). (Rabino Hirsch)
Sigamos el razonamiento de Koraj. Los ejemplos de “la prenda azul” y del “cuarto lleno de Torot” tenían la intención de demostrar un principio. Todos tenemos obligaciones que preferimos no cumplir. Muchas personas tienen la actitud de: “Déjame sólo cumplir con mi obligación mínima, tan fácil y rápidamente como pueda. Si el rabino es piadoso, tanto mejor. Él puede ser designado para cumplir con nuestras obligaciones en lugar de nosotros. Así que asegurémonos de que el rabino sea santo y así podremos disfrutar su mérito”.
En otras palabras, en el caso de los Tzizit, idealmente toda la prenda debía ser confeccionada de tela azul, sin embargo, un solo hilo azul cumple con la obligación. En relación a las Torot, idealmente todo el cuarto debe estar lleno de rollos de Torá y a pesar de eso, una sola mezuzá cumple con la obligación. Entonces, toda la nación debe ser santa, sin embargo, un solo rabino cumple la obligación de toda la comunidad. Por lo tanto, Koraj pensó que si toda la prenda es azul, entonces no se necesitan los Tzizit; si todo el cuarto está lleno de Torot, entonces no necesitamos la Mezuzá y si toda la congregación es santa, ¡entonces no necesitamos al rabino! Conclusión: ¡No necesitamos a Moshé! (Rabino Shlomo Wolbe)
(Esta lógica era incorrecta porque sin importar cuán grande es el grupo de personas, aún así necesitan un líder).
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Desafío a un Duelo
Después de tratar de apaciguar a Koraj y sus hombres sin resultado, Moshé los desafió a un “duelo espiritual”. Les presentó una oportunidad para cumplir con sus deseos de convertirse en Sumos Sacerdotes. Ellos tenían que llevar incienso al Tabernáculo y Aarón llevaría también. El incienso que fuera aceptado por Dios sería el que determinaría quién estaba en lo correcto.
El incienso era la ofrenda más sublime en el servicio del Templo, quemado completamente casi sin dejar residuo, simbolizando la devoción total a Dios. En Iom Kipur, el Sumo Sacerdote debía entrar al Santo Sanctorum con el incienso en la mano para ofrecerlo a Dios. Sin embargo, había un gran riesgo. De hecho, los hijos de Aarón murieron al ofrecer un incienso no autorizado. ¿Acaso estaban Koraj y sus hombres preparados para arriesgar sus vidas por convertirse en “Sumos Sacerdotes”?
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El Punto Controversial
Moshé alegaba que todas sus decisiones – desde designar a Aarón como Sumo Sacerdote, hasta la elección de Elitzafan como príncipe – eran tomadas por Dios. Koraj reclamaba que Moshé estaba influenciado y que era responsable por sus decisiones. La controversia se decidiría al día siguiente y sólo uno sobreviviría. ¡Este era un duelo a muerte!
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El Error de Koraj
Los rabinos preguntan ¿cómo pudo Koraj, un hombre grande y sabio, estar tan equivocado? La respuesta es que su propia grandeza lo engañó. A través de profecía, Koraj fue capaz de ver que tendría eminentes descendientes. Los famosos Levitas, que posteriormente cantarían en el Templo y que compondrían Salmos que comienzan con las palabras: “Una canción a los hijos de Koraj”, eran de su progenie. El famoso profeta Shmuel, quien es igualado a Moshé y a Aarón (en el Salmo 99), también era descendiente de Koraj. Koraj pensó: “¡Con toda esta grandeza reservada para mí, debo ser yo el que sobrevivirá!”.
Sin embargo, Koraj cometió un error fatal: él se equivocó al no considerar que sus hijos, que al comienzo también estaban involucrados en la controversia, posteriormente se arrepentirían y por eso sobrevivirían y alcanzarían grandeza. En la mente de Koraj el concepto de arrepentimiento no existía.
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El Momento Oportuno
Koraj programó su insurrección para hacerla calzar con el momento de descontento del pueblo por tener que pasar 40 años en el desierto y morir en él. La designación de Eliztzafan había ocurrido mucho antes de la rebelión, sin embargo, Koraj había esperado por el momento adecuado para empezar su demagogia, cuando pensó que la gente lo seguiría. Koraj y sus seguidores instigaron: “Nos prometiste una tierra de leche y miel, pero ahora dices que moriremos en el desierto” (Ver Números 16:14)
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Psicología de Koraj
Un juego político de poder usualmente comienza con una segunda motivación. Esta motivación frecuentemente produce que haya un plan escondido y una ideología racional, que generalmente está basada en la realidad. La constitución de regímenes brutales como el de Rusia o China esta repleta de lenguaje diplomático con promesas de igualdad y derechos para los ciudadanos. (Por supuesto, si eres miembro del partido, ¡eres un poco más igual!)
En la parashá de la semana pasada, los espías también tenían segundas intenciones. Ellos temían que perderían sus posiciones cuando los judíos entraran a la tierra. Este miedo los llevó a crear una ideología racional (“no estamos en el nivel espiritual que se requiere para entrar a la tierra”) a lo que se agregaron algunas cosas verdaderas (“de la tierra mana leche y miel”).
Así también, Koraj tenía una segunda intención (celos) que llevó a desarrollar una ideología (la no necesidad de Moshé), con un pequeño agregado de verdad (sus eminentes descendientes). (Escuchado del Rabino Shlomo Wolbe).
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Un Reto Abierto
Moshé continuó persiguiendo su plan de paz y convocó a los problemáticos Datan y Aviram. Ellos se negaron a asistir de manera desafiante. Ellos dijeron: “Incluso si él decreta cegarnos (al quitarse el velo que cubre su brillante rostro), nosotros no iremos a él” (Números 16:14).
Dice el Midrash que en ese momento, ellos sellaron su veredicto. “Ellos no iban a ascender nunca más, ¡sólo descender!”.
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El Castigo de Koraj
Moshé proclamó: “Si estos hombres mueren una muerte natural (Su Alteza, ¡yo elijo morir a una edad avanzada!) eso probaría que estas fueron mis propias decisiones. Sin embargo, si yo [sólo] seguí las instrucciones de Dios, que la Tierra se los trague vivos” (Números 16:29).
Este fue un castigo “medida por medida” porque ellos habían acusado a Moshé – “el más humilde de todos los hombres” – de ser arrogante. Dado que Moshé estaba a nivel del suelo, ¡el castigo de ellos debía ser más bajo que eso! En ese momento, la Tierra abrió su boca (que había sido creada en el amanecer de la creación – Avot 5:8) y se tragó a Koraj y a sus hombres de en medio del pueblo. Al mismo tiempo, un fuego devoró a los 250 hombres que habían aceptado el desafío de Moshé de ofrecer un incienso. Los rabinos dicen que Koraj fue consumido por las llamas y tragado por la tierra.
Sus hijos reconsideraron sus acciones y se arrepintieron en su camino hacia abajo y una escalinata permitió que salieran. Durante ese tiempo compusieron un salmo.
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Deja el Fuego Ardiendo
Dios le dijo a Moshé que le ordenara a Eleazar, hijo de Aarón, que recolectara y vaciara el incienso de los utensilios y que los batiera para hacer un cobertor para el altar para que todas las generaciones recordaran este evento.
Debemos apreciar la grandeza del pueblo judío. Estos rebeldes deseaban sinceramente servir como sacerdotes del Templo. Si su intención no hubiera sido sincera, sus utensilios no se habrían considerado santos. A pesar de que se desorientaron y pagaron por sus errores con sus vidas, su motivación básica era acercarse a Dios. Pero debemos recordar, además, que Dios es quien nos enseña cómo acercarnos a Él adecuadamente. (Rabino Shlomo Wolbe)
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Detén al Ángel de la Muerte
El pueblo aún se quejaba de que Moshé causó un derramamiento de sangre. Ellos dijeron que él podía simplemente haber ignorado la ofensa y no haber causado tanta muerte. Ellos exclamaron: “¡Mataste al pueblo de Dios!” (Números 17:6).
Esta actitud hizo que ellos perdieran todo el punto de la controversia. Ellos debieron haber entendido que todo lo que hace Moshé es 100% por Dios. La responsabilidad comunitaria entró en efecto y Dios decretó eliminar a toda la nación. Esta vez Moshé no tenía nada que decir en defensa de ellos.
Luego, mientras el ángel de la muerte empezó su atroz tarea, Moshé recordó la información que el ángel le había enseñado en Sinai sobre el poder del incienso e inmediatamente mandó a Aarón con incienso para detener la plaga. Esto le enseñó al pueblo que no era el incienso el que era tan mortal, sino el poder del pecado.
Aarón detuvo al ángel en la mitad de su camino al exigir el cese de la matanza. El ángel anunció que estaba siguiendo órdenes Divinas. Aarón argumentó que todo lo que dice Moshé es la voluntad de Dios – ¡anda a preguntarles! Esto detuvo la plaga y salvo la situación.
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El Bastón de Aarón
Finalmente, la singularidad de Aarón fue probada de una manera pacífica. Moshé le ordenó a cada jefe de tribu que escribiera su nombre en su bastón y que se lo enviara a él. La tribu de Levi estuvo representada por el bastón de Aarón. Moshé puso todos los bastones en el Santo Sanctorum, ubicando el bastón de Aarón en el centro. A la mañana siguiente, el bastón de Aarón había florecido con almendras para que todos lo vieran. Luego cada jefe de tribu tomó su bastón y así se estableció para siempre que Dios había elegido a Aarón y a sus descendientes como los sacerdotes de Israel
Pregunta: ¿Por qué almendras?
Respuesta: Los almendros son los primeros árboles que dan fruto en su temporada. Esto significa que los Cohanim son energéticos como las almendras, realizando sus obligaciones en el Templo de forma veloz. Además, ¡cualquiera que desafíe a los hijos de Aarón será rápidamente castigado como el veloz crecimiento de las almendras!
El bastón de Aarón fue colocado en al Arca junto con las tablas, la jarra con maná y la Torá de Moshé, para recordarle al pueblo que la familia de los Cohanim fue elegida para siempre.
Rabino Avi Geller
Fuente: AISH