Esta semana, en un fallo que genera un antecedente polémico, el Tribunal de Distrito de Beer Sheva dispuso que el Alquiler a través de Airbnb implica un uso indebido de la propiedad.
El juez distrital de Beer Sheva, Alon Infeld, emitió una sentencia, en una apelación, que confirma la prohibición del alquiler vacacional de viviendas residenciales. Este veredicto resulta una pauta de aplicación para los tribunales de paz, pero no es vinculante como la jurisprudencia que emite la Corte Suprema. Los Juzgados de Paz son los competentes para entender en asuntos como estos que involucran a las Autoridades locales por el uso ilegitimo de las propiedades. Si la sentencia llegase a cuestionarse ante el tribunal Supremo, es posible que éste aproveche la oportunidad para fijar una jurisprudencia definitiva en el mismo sentido, debido al uso generalizado del alquiler temporario a través de Airbnb. Un servicio, que arranco en los EE. UU., conectando directamente a los propietarios con los inquilinos, ahorrando las tarifas de corretaje, reduciendo el alquiler, y permitiendo ingresos adicionales a los propietarios.
El Juez en cuestión dispuso que alquiler temporario de viviendas a través de la plataforma de Airbnb importa un uso extraordinario, que requiere la aprobación expresa de la autoridad local. Sin dicho permiso, es un uso ilegal según los fundamentos de la sentencia. Se basa un antecedente jurisprudencial, dictado por el Tribunal Supremo, que había diferenciado entre el uso vacacional o turístico y el uso residencial de una propiedad. Infeld dice que lo contrario también es cierto y que deberían prohibirse los alquileres de apartamentos residenciales a corto plazo con fines vacacionales.
En este caso los propietarios de unos departamentos situados en la localidad de Mitzpe Ramon, los alquilaban a gran escala a través de Airbnb, alegando que se trataba de un alquiler de tipo residencial, que se encuentra permitido en esos inmuebles, negando que se trataba de un uso recreativo, que está prohibido y debía ser regulado por la Autoridad local. Pero el Juez rechazó la pretensión basándose en el precedente de la Corte Suprema, que diferencia entre ‘uso vacacional’ y uso ‘residencial permanente’.
Las razones del alto tribunal, que adopta el Juez distrital, podrían llegar a ser mortales para el uso de la plataforma de Airbnb o similares. La determinación que hizo en su fallo el Tribunal Superior, en lugares destinados al turismo, que no deben convertirse en residenciales, y viceversa, las zonas residenciales, que no se conviertan en turísticas, salvo regulaciones expresas de las autoridades competentes, podría atentar contra la continuidad de la actividad.
El Juez agrega que hay una profunda diferencia entre el tipo de vida de quien vive al lado de un turista, que cambia cada dos días, y alguien que reside al lado de un vecino con el que se pueden establecer relaciones de vecindad, con todo lo que ello implica. Ello, más allá de la diferente naturaleza del uso de la propiedad entre un residente permanente y un turista. El Juez admite el derecho de un propietario a decidir si quiere vivir junto a un vecino permanente o junto a turistas temporales, y su potestad de ser oído por la autoridad competente antes de otorgar un permiso para el uso extraordinario de alquiler temporario.
Infeld admitió el argumento de los apelantes que muchas veces es difícil determinar la línea de demarcación entre un alquiler residencial y uno vacacional, pero sostuvo que la mera existencia de situaciones límite no excluye que la mayoría de los escenarios sean claros, y que los fallos de los Tribunales iran generando precedentes, que ayudaran a interpretar y distinguir entre el uso residencial y otros, que son calificados como anormales.
DARIO SYKULER – ABOGADO MATRICULADO EN ARGENTINA E ISRAEL – DIRECTOR SECRETARIO DE LA CÁMARA DE COMERCIO ARGENTINO ISRAELÍ.