Por Inbar Neu-Freifeld
El Ministro de Exteriores británico, David Cameron, dijo en un discurso el 30 de enero que Gran Bretaña está considerando reconocer un Estado palestino como catalizador para promover el proceso de paz y poner fin a la guerra en Gaza.
Estos comentarios siguen a un plan detallado que presentó durante su visita a Israel y otros países de la región, según el cual los líderes de Hamas serían exiliados a otro país y el control de la Franja transferido a una «Autoridad Palestina renovada» que incluya líderes de alta calidad y tecnócratas que tendrán el control de la Franja.
Además, una primera fase del plan propone la liberación de los rehenes a cambio de un cese temporal de la guerra, que luego se convertiría en permanente.
Gran Bretaña sigue condenando los crímenes de Hamás y respaldando a Israel, pero el deseo de promover una solución y poner fin a la guerra lo antes posible surge de varios motivos.
En primer lugar, Gran Bretaña considera que su plan complementa las iniciativas estadounidenses y regionales relativas al «día después».
Es evidente que está deseosa de desempeñar un papel importante en la promoción de la estabilidad regional en general y de ser percibido como un actor importante en la configuración de una posible solución al conflicto palestino-israelí en particular.
El intento de ser visto como un actor que defiende los intereses palestinos, al tiempo que abraza la narrativa israelí al comienzo de la guerra, también puede estar relacionado con el objetivo de considerar a la opinión pública británica.
En varias encuestas, numerosos encuestados señalaron que quieren que Gran Bretaña participe como mediador neutral y piensan que Londres debería ser más crítico con Israel.
Por lo tanto, en vista del deseo de preservar la legitimidad interna -en particular, dada la disminución del apoyo al actual gobierno británico y las elecciones previstas para enero de 2025-, así como su estatus internacional y el deseo de promover la estabilidad regional general, Gran Bretaña tiene un gran interés en promover el fin de la guerra y una solución a largo plazo para la cuestión de Gaza.
Fuente: INSS – The Institute for National Security Studies